Familiares, amigos y allegados a Franco Amaya marcharon este lunes por las calles céntricas de Córdoba en una nueva edición de la movilización contra el gatillo fácil. El joven carlospacense fue asesinado en febrero de 2017 y la familia consideró injusto el fallo de la Justicia que condenó a prisión a uno de los dos policías involucrados en el crimen.
Cientos de personas marcharon por las calles de la capital cordobesa contra el gatillo fácil y la violencia institucional que aqueja a distintas provincias del país, en el marco de la cuarta edición de la movilización organizada por la Coordinadora de Familiares de Víctimas de Gatillo Fácil que ya se extendió a otras 13 provincias.
El último informe dado a conocer por la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) reveló que en Argentina “las fuerzas de seguridad del Estado matan a más de una persona por día”. Según la organización que releva los casos de gatillo fácil en el país desde 1996 -a falta de un registro del ministerio de Seguridad de la Nación-, en los casi tres años del Gobierno de Mauricio Macri se logró superar la cifra de un muerto por día, sumando 725 personas asesinadas por el aparato represivo en sus diferentes modalidades, publicó La Nueva Mañana.
La familia de Franco Amaya estuvo presente en la marcha exigiendo justicia por el crimen ocurrido el 22 de febrero del 2017, cuando fue asesinado por un disparo ejecutado por un agente de policía mientras realizaba un control de motos junto a otro oficial en la esquina de Los Gigantes y Alem de nuestra ciudad.
Por este crimen, la Justicia de Córdoba resolvió por unanimidad absolver a José Ezequiel Villagra como autor del delito de omisión de los deberes de funcionario público y declarar, por mayoría, a Rodrigo Maximiliano Velardo Bustos autor penalmente responsable del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, por lo cual se le impuso por unanimidad la pena de 12 años de prisión e inhabilitación especial por igual término de tiempo.