Un grupo de vecinos de La Falda denunció haber sido agredido por el sacerdote de la Parroquia Santísimo Sacramento, Gastón Gattino, y solicitó al Arzobispado de Córdoba que intervenga para evaluar el ejercicio de sus funciones en la ciudad.

A través de una carta enviada al arzobispo Ángel Sixto Rossi, máxima autoridad eclesiástica de la provincia, dos matrimonios faldenses advirtieron que fueron agredidos por Gattino el pasado jueves 24, cuando realizaban sus habituales tareas de mantenimiento en el cinerario de la parroquia, que ellos mismos construyeron en 2016 y cedieron a la Iglesia.

“¡Estaba exaltado, fuera de sí y no nos dejó hablar! ¡No le importó nada! Sólo tuvo una actitud bravucona y patoteril”, señaló uno de los vecinos en declaraciones a Next TV.

La carta fue acompañada por el texto de la presentación que realizaron también ante autoridades policiales locales. En ambos escritos, los vecinos –todos mayores de 70 años- relatan que Gattino los echó “a los gritos” del cinerario, argumentando que se trataba de “propiedad privada”.

“Como es de costumbre nos apersonamos al cinerario para colocar unos plantines en el predio. En situación que nos encontrábamos limpiando apareció a los gritos un señor al que se le preguntó quién era, a lo que nos manifestó que era el sacerdote de la Iglesia, solicitando saber qué hacíamos en el lugar y si no sabíamos que se trataba de una propiedad privada”, indicó la carta en alusión a Gattino, quien oficia como párroco de La Falda desde el fallecimiento de Ramón Sánchez Torres en noviembre de 2020.

De acuerdo al relato de los cuatro vecinos, que hace medio siglo viven en la ciudad, en ese momento uno de ellos respondió que en realidad se trataba de “la casa de Dios”, aunque Gattino “prosiguió a los gritos y amenazándonos con que llamaría a la Policía” para expulsarlos del lugar.

Fue entonces cuando una de las mujeres del grupo le pidió si le permitía colocar una planta de rosas por el aniversario del fallecimiento de su madre, aunque recibió como respuesta una negativa rotunda: “Manifestando que ´no le importaba nada´ nos continúa emplazando para que inmediatamente nos retiráramos del lugar, procediendo en ese momento a tirar los plantines que teníamos como así también la bolsa de basura que recolectamos”, manifestaron.

Y señalaron: “Obviamente que esta situación que nos propinó el párroco local no condice para nada con el accionar de un sacerdote (…) Señor arzobispo, nos sentimos agraviados y no podemos bajo ninguna situación aceptar semejante agresión verbal recibida. Nos sentimos impotentes ante la actitud prepotente y bravucona del sacerdote”,.

A modo de propuesta, los vecinos plantearon la posibilidad de que se desarrolle “una encuesta local”, con el fin de “ver realmente el grado de aceptación de este funcionario que con su accionar nada bien le hace a la Iglesia”, y solicitaron que “la situación sea tratada cuanto antes” por el Arzobispado.

Según el medio local La Estafeta,  intentaron comunicarse con Gattino pero el cura párroco no quiso realizar declaraciones al respecto.

Fuente: La Estafeta Online.