El exintendente de Córdoba, Germán Kammerath, fue detenido el jueves por la noche luego de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó firme la condena a tres años y seis meses de prisión, en el marco de la causa Radioaviso, según informaron fuentes judiciales a La Voz.

El exfuncionario nacional había sido declarado culpable en 2015 por negociaciones incompatibles con la función pública en el transcurso de su gestión como intendente de Córdoba. La contratación irregular por la que fue condenado ocurrió entre 1999 y 2000.

La ratificación de esa condena a la cárcel llegó a dos décadas del inicio de la causa judicial y luego de interminables apelaciones y recursos, que llegaron al máximo tribunal del país.

Según indica el fallo de la Corte, la defensa del exintendente está en manos de Tomás Capdevilla, con el patrocinio letrado de José Cafferata Nores, de Marcos Salt y de Natalia Sergi.

Según explicaron desde el seno del Tribunal Superior de Justicia, es la Cámara Segunda del Crimen –el tribunal que condenó al exintendente– la que debe ahora ordenar y concretar la inmediata detención del exintendente. No hay más instancia de apelación en la Justicia argentina.

Fallo de la corte

El fallo de la Corte fue firmado por los jueces Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco, que rechazaron de plano el recurso de la defensa del exfuncionario.

En cambio, hubo disidencia del juez Carlos Rosenkrantz y del cordobés Juan Carlos Maqueda, que señalaron que se había violado la garantía del plazo razonable para dictar sentencia, ya que los hechos ocurrieron en 2000, el caso se investigó en 2003 y este fue elevado a juicio en 2006.
Al recurrir en queja a la Corte Suprema, Kammerath había planteado que en su juzgamiento se vulneraron el principio acusatorio, el debido proceso y la defensa en juicio. También objetó que no se tomó el juramento a los jurados populares que exige la ley y que no se trató debidamente la impugnación contra la sentencia que le atribuyó la responsabilidad en el hecho. También, que se vulneró la garantía de ser juzgado en un plazo razonable y que medió arbitrariedad en la pena impuesta.
Hasta el momento, Kammerath no brindó declaraciones.
Fuente: La Voz.