La fiscal de Cosquín, Paula Kelm, elevó a juicio la causa por el crimen de un matrimonio en Cosquín en manos de su nieto.

El hecho llenó de conmoción al Valle de Punilla ocurrió el pasado 15 de junio en un barrio en las afueras de Cosquín, en la casa del matrimonio que había recibido un tiempo atrás a su nieto junto a su familia, para intentar que deje atrás sus adicciones.

Amado Funes (79) y Luisa Castro (75) murieron como consecuencia de las heridas que les provocó su propio nieto, Micael Maximiliano Funes (29), con una cuchilla de la cocina de la casa.

La fiscal elevó la causa con una fuerte imputación contra el joven: doble homicidio calificado por el vínculo y alevosía y podría ser condenado a cadena perpetua.