El defensorde 23 años, capitán de Talleres, dialogó con Sebastian Varela del Río en Enganche y dejó reflexiones que pecan de no parecerse a las habituales -lamentablemente- en un joven futbolísta argentino afianzado en el primer nivel..
“Uno no juega peor por decir lo que piensa. Es una mentira absoluta. También nos crían creyendo en eso. Y al hincha lo forman pensando eso. Nadie piensa las 24 horas en lo mismo. Es imposible”, reflexionó Komar y agregó: “Tenemos que aprovechar la repercusión que tienen nuestras palabras. Es cierto que hoy se le da más valor a la palabra de un jugador de Boca o de River que a la de un gobernador o un presidente. A un sociólogo no se le da importancia. No está bien. Pero tenemos que aprovecharlo”.
El mundo del fútbol se encierra en su propio círculo y la mayoría de las veces lo que entrega -fuera de lo deportivo- es de fantasía, arrastrando a todo aquel ligado física o emocionalmente a él, especialmente a los jugadores. “La formación del futbolista te aleja de la realidad social. Te despega los pies del suelo. Uno no recibe herramientas sobre el mundo fuera del fútbol. Eso te hace perder contacto. Te enajena. El futbolista se enajena cuando consume eso día tras día por un montón de años”, remarcó capitán de La T.