El gobierno italiano decretó el “estado de emergencia” en Venecia y evaluará la gravedad de los daños al patrimonio cultural de la ciudad norteña luego de la llegada de las denominadas “aguas altas” que cubrieron la ciudad en más de un metro y medio y podrían poner en peligro algunas de sus atracciones más destacadas como la Basílica de San Marco.

Mientras el ministro de Bienes Culturales de Italia, Dario Franceschini, planteó que “apenas empiece a bajar el nivel del agua se iniciará” una evaluación de su cartera para medir el alcance de “los daños al patrimonio cultural”, el gobierno decretó el “estado de emergencia” en su reunión de gabinete de este jueves.

La subida del agua, que con más de 187 centímetros registró esta semana el máximo desde 1966, dejó bajo agua a toda la ciudad e inundó algunas de sus atracciones principales, como la icónica basílica de la ciudad famosa por sus canales.

La cripta de la basílica quedó sumergida por más de un metro de agua salada, que de acuerdo a su procurador, Carlo Alberto Tesserin, dañó las tumbas de los patriarcas que reposan en ella. Además, la especialista Silvia Giulia alertó por una “corrosión irreversible” en la estructura, que pueda derivar “de forma silenciosa” en una situación de peligro de derrumbe.