El juez federal Hugo Greca realizó hoy una inspección ocular en las instalaciones del Ejército de la ciudad neuquina de Zapala, donde fue encontrado con dos impactos de bala en la cabeza el soldado Pablo Córdoba, 37 días después de su muerte.

El hecho ocurrió en el mismo regimiento en el que fue asesinado el soldado Omar Carrasco, en 1994, lo que provocó el fin del servicio militar obligatorio en el país.

“Terminó la inspección con todos los que participaron en la búsqueda y encuentro de mi hijo, y tenemos más certezas de que lo ejecutaron, más pruebas para que la carátula sea homicidio”, dijo a Télam el padre del soldado, el suboficial Juan José Córdoba Salto.

Además indicó que “se recorrieron todos los sectores donde estuvo Pablo y cada testigo manifestó qué fue lo que vio y en qué horario”.

Según informaron fuentes que participaron de la inspección ocular, el recorrido comenzó pasadas las 9 y se extendió por alrededor de dos horas.

El abogado querellante, Maximiliano Orpianessi, indicó que a partir de la reconstrucción de los hechos “surgen más contradicciones, mayores discrepancias, y son graves”.

“Las contradicciones serán el motivo por el cual esta querella le va a proponer a quien impulsa la investigación mayores medidas de prueba”, sostuvo el abogado en declaraciones a la prensa.

Pablo Córdoba era soldado voluntario y había cumplido 21 años pocas semanas antes del 1 de junio, el día que fue encontrado con dos disparos en la cabeza mientras realizaba una guardia en el Grupo de Artillería 16, el mismo cuartel donde en 1994 fue asesinado Omar Carrasco, por quien se puso fin al servicio militar obligatorio en la Argentina.

Foto: Zapala 8340

Qué pasó ese día

Ese día, a las 6.30, el padre de Pablo recibió un llamado en el que una persona cuya identificación no trascendió le informó que su hijo “se pegó un tiro”, y le avisaron que estaba siendo trasladado al hospital de Zapala, donde falleció horas después.

La familia descartó la hipótesis del suicidio y el abogado consideró que “desde el sentido común, (el joven) no puede dispararse dos veces, y menos dos disparos con esa arma de fuego, un FAL (arma por la cual presuntamente murió), cuyo proyectil genera daños cerebrales tremendos”.

Días atrás, declararon tres soldados que estaban de guardia cuando ocurrió el hecho y brindaron testimonios que no coinciden entre sí.

“El primero que lo encontró declaró que el fusil estaba como a 90 centímetros de distancia, mientras que los otros soldados mencionaron que el fusil estaba arriba del cuerpo de Pablo; algo contradictorio entre una declaración y las otras”, detalló Orpianessi.

El próximo lunes se reincorpora la fiscal federal de Zapala, Karina Martínez Stagnaro, que se encontraba de licencia, y se les tomará declaración a los testigos y al padre del soldado.

En tanto, ayer, en declaraciones a Télam, el secretario general del Ejército, Sergio Maldonado, afirmó que esta fuerza apoya “todo lo que haga la familia” del soldado voluntario Pablo Jesús Córdoba porque “la familia es parte de la institución”, al referirse cómo fue el protocolo militar que se activó cuando el joven fue hallado.

Maldonado explicó a esta agencia que, después del hecho, desde el Ejército se abocaron “al acompañamiento y apoyo a la familia, y de los camaradas y soldados que han perdido a uno de ellos”, como también a ponerse a entera disposición de la justicia.