Una joven de 18 años que caminaba desde su casa hacia el centro el sábado por la noche vivió una escena de terror realmente cuando fue abordada por un hombre, que tras perseguirla durante varios minutos, la tomó del brazo, de la remera y la hizo caer al piso.

La joven contó lo que le había pasado a través de sus cuentas en las redes sociales, y el posteo enseguida tuvo una amplia repercusión.

A.M. hablo con CarlosPazVivo! y contó lo que le sucedió.

“Venía caminando por Cárcano a la altura de Intendente García. Justo venía hablando con una amiga. Eran como las nueve y media de la noche, un poco más. En eso, como venía mirando para todos lados, veo un auto que me seguía. Ahí nomas le dije a mi amiga lo que pasaba y que si tenía algún problema la llamaba. Me crucé de vereda y seguí caminando”.

Según el relato de la chica, al ver que el auto la seguía persiguiendo a baja velocidad, dejó la Av. Cárcano y se fue por las calles internas: “Me fui para abajo, para el lado del río, no sé bien en que calle terminé, pero el hombre me siguió, porque a los 2 o 3 minutos apareció de nuevo detrás de mí”.

“A todo esto mi amiga me llamaba y le dije: `Esperá que ya te llamo en 5 minutos´, porque empecé a correr”, continuó.

Siempre según contó la joven, el hombre se bajó del auto y se abalanzó sobre ella, agarrándola de un brazo y de la remera. “Me agarró del brazo y de la remera y empezamos a forcejear, hasta que yo le llegue a tirar con mi mochila que estaba pesada porque tenía alimento para perros adentro, y me caí al piso, pero salí corriendo.

Mientras corría, Agustina intentó activar el celular, pero se dio cuenta que en la caída el teléfono dejó de funcionar y no podía prenderlo nuevamente. “Salí corriendo, ya sin la mochila e intenté prender varias veces el teléfono, pero no prendía. No sé cuánto corrí, pero me alejé bastante”, contó la joven.

“Con todo lo que me había pasado, me agarro ataque de migraña, estuve como una hora más o menos ahí en la calle y me sentía muy mal. Estaba muy oscura la calle y no sabía por dónde estaba, me di cuenta ahí que había perdido una zapatilla”, contó la joven quien tras sentirse un poco mejor decidió seguir caminando.

“Llegué por ahí cerca del puente Los Gigantes, hasta que me vio un amigo de mi papá y me pudo llevar hasta el kiosco de mi tía”, contó la joven quien recién allí pudo comunicar a la familia que estaba bien.

Mi familia ya sabía lo que me había pasado porque mi amiga al ver que yo no contestaba más y que se me había apagado el teléfono, los había llamado y ellos ya habían ido a la policía”, contó la joven.

Tras la denuncia, la policía llevó a la joven a hacer un recorrido por la zona para tratar de identificar las calles por las que había huido y tratar de encontrar la mochila. “La mochila creo que se la llevó el tipo, calculo que por eso me dejó de seguir. En realidad no se cuál fue su intención, por la forma en que me agarró”, dijo la joven.

“Lo único que pude ver del hombre es que llevaba anteojos negros en plena noche, que mediría 1,75 más o menos y el auto en el que andaba era negro y tenía un 3 en la patente”, detalló A.M.

Al ser consultada sobre cómo había quedado impactada tras el hecho, la joven aseguró sentirse bien pero con miedo: “Bien, un poco con miedo, pero mejor”, aseguró al tiempo que contó que hoy que fue a trabajar a lo del padre como todo los días de semana se mantuvo siempre acompañada: “No me da para salir sola a la calle hoy”, finalizó.