Este jueves 8 de mayo, una densa fumata blanca se elevó desde la chimenea de la Capilla Sixtina, señal inequívoca de que el cónclave ha elegido al nuevo Papa. Tras menos de 48 horas de deliberaciones, los 133 cardenales alcanzaron el consenso necesario para nombrar al sucesor de Francisco, fallecido el pasado 21 de abril.
Miles de fieles reunidos en la Plaza San Pedro estallaron en aplausos apenas vieron el humo blanco, símbolo tradicional de que la Iglesia Católica tiene nuevo Pontífice. En estos momentos, el cardenal electo se encuentra en la llamada “Sala de las Lágrimas”, donde se viste con las vestiduras papales, y se espera que en minutos se conozca su identidad y el nombre que eligió para su pontificado.
A las 14:13 horas de este jueves, el cardenal Dominique Mamberti pronunció en latín el tradicional anuncio “Habemus Papam” desde el balcón central de la basílica de San Pedro y anunció al mundo el nombre del nuevo líder de la Iglesia Católica: el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost ha sido elegido como Papa y asumirá el nombre de León XIV.
Prevost, de 69 años, se convierte así en el primer Papa nacido en Estados Unidos y uno de los pocos pontífices de la historia moderna con una marcada experiencia pastoral en América Latina ya que, antes de ser promovido a Roma por el papa Francisco, Prevost fue obispo de la diócesis de Chiclayo, en el norte de Perú.
Comienza así una nueva etapa para la Iglesia, en medio de un mundo atravesado por desafíos espirituales, sociales y políticos.