La residente de Indiana experimentó la alegría de llevarse 500 dólares en una tarjeta rasca y gana, pero vio su victoria desaparecer en un giro inesperado.

La lotería, con su promesa de riqueza instantánea, a menudo despierta sueños y esperanzas en aquellos que buscan un golpe de suerte. En Estados Unidos, una de las modalidades populares es la lotería raspa y gana, donde los participantes pueden ganar dinero en cuestión de minutos. Esta oportunidad llevó a Drena Harris, una residente de Indiana, a experimentar una montaña rusa emocional que comenzó con la euforia de su victoria, según informa La Nación.

Para Harris, este premio prometía aliviar las tensiones financieras y traer un poco de alegría a su vida. Al descubrir que había ganado, la emoción la llevó a compartir su logro en las redes sociales, pero esto desencadenó una serie de eventos que la dejaron sin premio y sin esperanzas de recuperarlo.

Llena de alegría, la jugadora compartió la noticia en Facebook, donde la comunidad virtual celebró su suerte. Sin embargo, el destino daría un giro inesperado y amargo para Harris. Una persona, aprovechándose de su inocencia, utilizó la foto de su tarjeta ganadora en las redes sociales para engañar a un empleado de la tienda y reclamar el premio en efectivo por sí mismo.

Para cuando Harris se dio cuenta de lo que había sucedido, ya era demasiado tarde. La estafa tuvo éxito y la ganadora se encontró con que su celebración se volvió desesperación cuando descubrió que su premio ya había sido cobrado y no estaba disponible para reclamarlo.

Aunque intentó apelar la decisión y reclamar su premio, fue demasiado tarde. La comisión se negó a pagar nuevamente el premio, y su apelación ante un juez resultó infructuosa. Sin pruebas que respaldaran su reclamo, Harris se vio obligada a aceptar la pérdida de su premio.

Chuck Taylor, director de asuntos legales y cumplimiento de la lotería, explicó que, aunque Harris podría haber recuperado su premio si hubiera actuado rápidamente, el tiempo había pasado y ya no existía evidencia para respaldar su reclamo. Lamentablemente, las medidas tomadas después del incidente no pudieron revertir la situación.

 

Fuente y foto: La Nación