Este lunes a la noche, la explanada de la Catedral de Córdoba fue escenario de una convocante manifestación impulsada por la Iglesia Católica, con el apoyo del COMIPAZ. Allí, el principal orador fue el arzobispo de Córdoba, Ángel Rossi, quien expresó un mensaje en el que se refirió a la situación del narcotráfico y la violencia; y apuntó contra la dirigencia política.

“Basta de drogas y violencia. Estamos a tiempo. Es un anhelo que no sabe de grieta. Al contrario, es puente que une a las orillas distantes. No sabe de banderías, no tiene partidos. Es de todos, es del pueblo”, señaló Rossi.

Y aseveró: “No es la consigna de ninguna facción, porque es la de todos, la que nos une a todos (…) Este grito, este anhelo, tampoco es exclusividad de ninguna religión. Nos duele y nos llena de impotencia ver a nuestros niños y jóvenes hechos víctimas de la miserabilidad de unos pocos, porque nos parte el alma el encierro de nuestros abuelos en nuestros barrios, en vez de poder salir a la vereda, sacar las reposeras y la mesita, compartir unos mates conversando en familia y con los vecinos, y disfrutar de la puesta del sol”.

El arzobispo sostuvo que “desespera la deserción de los chicos en el colegio, las aulas despobladas reemplazadas por una esquina del barrio o un rincón de la placita. Rezamos, juntamos las manos, pero, después de juntarlas, las abrimos para el servicio, para darlas, para meterlas sin miedo de que se ensucien, pero que se ensucien en el barro de nuestra debilidad y no en el fango de la corrupción. Y las metemos todos, según la misión o la vocación o el sitio donde Dios nos ha puesto. De lo contrario, ellos habrán ganado”.

Fuente: Cadena 3.