Guiliano Pallotti, condenado por el abuso sexual de su prima menor de edad en La Falda, fue detenido este viernes por la mañana en su domicilio en la localidad de Huerta Grande, informó el portal La Estafeta Online.
Así se cumplió el fallo del TSJ que le negó el recurso para que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) revise su pena a siete años de prisión.
La detención se produjo minutos después de las 7, en el barrio Panamericano. El personal policial se presentó en el lugar luego de que la Cámara de lo Criminal y Correccional Cruz del Eje finalmente ordenara la detención del hombre, haciendo lugar así a un pedido de la querella.
Pallotti, de 30 años, fue trasladado momentáneamente a la Alcaldía de la ciudad de La Falda, aunque todo indica que desde allí será derivado al penal de Cruz del Eje para comenzar a cumplir su condena, pudo saber La Estafeta Online.
El allanamiento y detención se produjo apenas horas antes de una marcha convocada sobre la ruta 38 en La Falda para reclamar que se cumpliera con el fallo que confirmó la condena. De hecho, fueron dos los pedidos elevados en los últimos días por el abogado de Jonás Sánchez Appendino a la Cámara en lo Criminal y Correccional de Cruz del Eje para que ordene su detención.
El pasado miércoles 28 de octubre el TSJ (Tribunal Superior de Justicia de Córdoba) finalmente declaró “inadmisible” el recurso interpuesto por la defensa de Pallotti para recurrir al máximo tribunal del país. Si bien aún tiene la opción de presentar de manera directa a la Corte Suprema un “recurso de queja”, este trámite no tiene efectos suspensivos en la condena, por lo que Pallotti debe comenzar a cumplir la sentencia a siete años de prisión en cárcel común.
Pallotti fue condenado en marzo de 2019 a siete años de prisión por abuso sexual con acceso carnal de la faldense Paloma Sánchez, hoy Jonás Sánchez Appendino, luego de su cambio de identidad. Sin embargo, durante todo este tiempo continúo en libertad bajo fianza puesto que el fallo no se encontraba firme.
En 2012, y cuando aún se sentía Paloma, la joven se había animado a contar que su primo hermano la había violado desde que tenía 7 años y hasta los 12. Ése fue el comienzo de un proceso judicial que demoró seis años y donde se recolectaron pruebas y testimonios, hasta sentar al abusador en el banquillo y condenarlo.
