Las Fuerzas Armadas y la Policía reprimieron este martes a un grupo de manifestantes que bloqueaban una estratégica planta de hidrocarburos de El Alto y mataron al menos a tres personas, mientras en La Paz, el partido del exiliado Evo Morales canceló la sesión para convocar a elecciones para “contribuir a la generación de un ambiente propicio para el diálogo”.

Las Fuerzas Armadas y la Policía de Bolivia reprimieron hoy a un grupo de manifestantes que bloqueaban una estratégica planta de hidrocarburos de El Alto y mataron al menos a seis civiles, mientras en La Paz, el partido del exiliado Evo Morales canceló la sesión para convocar a elecciones para “contribuir a la generación de un ambiente propicio para el diálogo”.

Después de reiteradas amenazas del gobierno autoproclamado de Jeanine Áñez, cientos de militares y policías rodearon la planta de Senkata y avanzaron hasta retomar el control de la entrada y salida de camiones.

La prensa boliviana informó en un principio que los militares y policías dispararon granadas de gas lacrimógeno para despejar el camino hacia Senkata, pese a que los manifestantes aseguraron que accedieron a permitir el paso de la caravana que trasladaba gas para la capital, según la española Europa Press.

Poco después el canal ruso RT mostró imágenes de corridas y represión con armas de fuego.

Un informe de la Defensoría del Pueblo, citado por el diario local La Razón y el canal ruso RT, informó que al menos seis manifestantes murieron -solo dos fueron identificados: Deivid Posto Cusi, de 31 años, y Edwin Jamachi Paniagua- y “alrededor de 30” resultaron heridos.

Las dos víctimas fatales identificadas fallecieron por disparos de bala.

Poco antes, el secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrão, había asegurado que el saldo de víctimas en Bolivia desde las elecciones del 20 de octubre es de 23 muertos y 715 heridos, y había anunciado que el viernes llegaría él personalmente al frente de una comitiva, para evaluar durante cuatro días la situación en el país andino, informó la agencia de noticias EFE.

Policías y militares reprimen una toma de una planta de gas en Bolivia

Anoche, un policía falleció, lo que eleva el número de muertos total desde el 20 de octubre a 30.

Preocupación de la ONU

Desde Nueva York, el secretario general de la ONU, António Guterres, también expresó su preocupación y pidió a las autoridades en Bolivia que “muestren contención”.

“Estamos preocupados por los acontecimientos. Es muy importante que se permita a las personas manifestarse y que el Gobierno muestre contención. Y que cuando hay violencia y hay muertes, haya rendición de cuentas”, aseguró a la prensa su vocero, Stéphane Dujarric, sumándose a un pedido similar del director de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco.

En tanto, la casa de la alcaldesa de El Alto y opositora a Morales, Soledad Chapetón, fue incendiada, según denunció la agencia de noticias Fides.

Pese a los reiterados llamados al diálogo por parte organizaciones internacionales y de derechos humanos, el intento de las bancadas legislativas del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Morales, para iniciar el proceso de convocatoria a elecciones volvió hoy a fracasar.

La presidenta de la Cámara de Senadores de Bolivia, Eva Copa, que el gobierno autoproclamado sigue desconociendo, suspendió la sesión que había convocado para presentar un anteproyecto de ley de anulación de las elecciones del 20 de octubre y convocatoria de nuevos comicios, y quizás tratar las renuncias de Morales y su vice, Álvaro García Linera.

Copa explicó en un comunicado que suspendió la sesión para “contribuir a la generación de un ambiente propicio para el diálogo”, luego que varios legisladores aliados a Áñez la acusaron de intentar sesionar para rechazar la renuncia de Morales.

“Ellos pretenden el día de hoy realizar una Asamblea Legislativa Plurinacional en la cual aparentemente pretenden rechazar la renuncia de Evo Morales y prácticamente generar un doble gobierno y creo que eso es lo que los bolivianos no queremos”, aseguró ante la prensa la jefa de bancada de Unidad Demócrata (UD) en la Cámara de Diputados, Shirley Franco.

Para evitar que la primera sesión del pleno de las dos cámaras fuera rechazada y denunciada por todas las bancadas minoritarias, el MAS, que posee mayoría en Diputados y el Senado, postergó la convocatoria para mañana miércoles y la circunscribió a la cámara alta.

Las renuncias de Morales y García Linera solo pueden ser tratadas por el pleno de ambas cámaras, es decir, la Asamblea Legislativa.

“Los asambleístas tenemos la predisposición de ir a una elección, por eso mañana estamos convocando a la plenaria en la Cámara de Senadores para poder encarar un anteproyecto de ley para llamar a una nueva elección lo más antes posible, como dice el mandato del pueblo”, explicó Copa en una rueda de prensa.