El alemán tenía 63 años y, según confirmó su pareja, murió de forma “inesperada y repentina” producto de un paro cardíaco.

Andreas Brehme nació en Hamburgo y jugó tres mundiales, entre ellos el de México 1986 con Argentina campeón, tomándose revancha cuatro años más tarde al vencer a la Albiceleste, con su gol, en el Estadio Olímpico de Roma en la final de la Copa del Mundo de Italia.

Como jugador, vistió las camisetas del Kaiserslautern, Bayern Munich, Inter de Milán y Zaragoza.