Bernie Ecclestone, máximo director de la Fórmula 1 durante muchos años, contó en el documental “Lucky!” (donde repasa sus días como el mandamás de la categoría) la forma en que el piloto argentino fue perjudicado para no conseguir un título histórico.
Carlos Reutemann llegó al Gran Premio de Las Vegas, última carrera del campeonato de 1981, con un punto de ventaja sobre el brasilero Nelson Piquet, y todos los focos estaban puestos en ellos dos y el francés Laffite, aún con posibilidades matemáticas de ser campeón.
Allí, en un circuito improvisado en el estacionamiento de un lujoso hotel, “Lole” hizo los mejores tiempos de clasificación y la pole position pero terminaría en el séptimo puesto de la carrera final.
“Después del primer día de prácticas era obvio que los pilotos iban a tener problemas con todo el dolor de cuello. Carlos habló con la masajista que se encontraba en boxes. Yo fui a ver a esta persona y después de una discusión financiera, decidieron favorecer a Nelson”, relató Ecclestone (dueño del equipo Brahbam) dejando en claro sus acciones para que su piloto pueda levantar el trofeo.
“Nosotros ganamos el campeonato de 1981 y fue el final para Carlos, que dejó de correr ese año”, cerró Bernie.
Sin embargo, Enrique Reutemann, hermano de Lole, aclaró a Darío Coronel (Infobae) que “cuando se tocó con Piquet antes de la carrera en uno de los ensayos, le cambiaron el chasis y ese auto en la carrera no le anduvo”, respecto al famoso “chasis 17” con el terminó corriendo en vez del “12” con el que había marcado los mejores tiempos.
“Cuando al Lole le hicieron esa operación muy difícil en Nueva York, tres años antes de su muerte, tuvo un costo de 600 mil dólares. Cuando mi hermano fue a pedir la rendición de cuentas le dijeron “la cuenta está saldada”. Todo ese gasto lo había pagado Bernie Ecclestone. Él no perjudicó a Carlos en aquella definición y Bernie es un hombre de palabra.