Un vecino les advirtió a los dueños de Apolo que algo pasaba porque lo escuchaban llorar. Fue cuando se dieron cuenta que había quedado su cabeza atascada en un caño. No lograban sacarlo y convocaron a los Bomberos Voluntarios, quienes pudieron liberarlo.

Apolo tiene más de dos años de vida, y junto a Toro, son las mascotas de Matías Rivilli y su familia, que viven en el barrio Cu-Cú.

Apolo a la izquierda y su fiel amigo Toro

El jueves por la noche, les tocó vivir una situación desesperante, cuando descubrieron que Apolo había quedado atascado en un caño de pvc y no lograban sacarlo.

“Estábamos cenando y un vecino nos aviso que escuchaba un perro llorar, y era Toro que avisaba que Apolo había quedado atrapado. Fuimos al fondo y comprobamos que tenía la cabeza metida dentro de un desagüe”, conto Matías.

Aseguró que intentaron sacarlo por todos los medios posibles, pero ante la imposibilidad de hacerlo, convocaron a los Bomberos Voluntarios para que los ayuden.

Matías comentó que llegaron en pocos minutos y que lograron sacarlo sano y salvo. Apolo estuvo cerca de una hora con su cabeza atrapada en el desagüe.

“Nuestros recursos se habían acabado y no sabíamos a quien llamar. El perro ya respiraba mal, estábamos asustados y angustiados, pero por suerte llegaron ellos”, señaló.

Al otro día, Matías no dudó en gratificar la labor de los Bomberos y decidió hacerles un regaló, que se los entregó a las pocas horas.

Dijo que comenzó investigando qué podía ser útil para la institución y “no quería llamar para preguntarles, estaba todo el tema de los incendios del norte de Córdoba y pensé en una mochila forestal y se las llevé”.

El joven señaló que era lo “mínimo que podía hacer” ante el comportamiento de los voluntarios de la institución bomberil.

Desde el cuartel de Bomberos, señalaron que en lo que va del año, realizaron cerca de 40 rescates de animales de todo tipo y que ahora comienza la época más fuerte en este sentido.