El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, confirmó que su país negocia con el Banco Central una línea de swap por US$ 20.000 millones y evalúa otorgar un crédito de estabilización cambiaria a través del Fondo de Estabilización. Además, se mostró dispuesto a comprar bonos argentinos en dólares, tanto en mercados primarios como secundarios.
El anuncio se conoció tras la reunión en Nueva York entre el presidente Javier Milei y Donald Trump, y generó alivio en la delegación argentina que participa de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Desde el entorno presidencial destacaron que la cercanía con la administración estadounidense “ya muestra resultados concretos” más allá de la relación política.
En redes sociales, Milei agradeció a Trump y a Bessent por “el apoyo firme y la confianza en el pueblo argentino”. También remarcó que la cooperación con Washington se basa en “valores compartidos de estabilidad, prosperidad y libertad”.
El respaldo estadounidense se considera de gran magnitud: de concretarse, se ubicaría entre los gestos más significativos del Tesoro hacia un país emergente en las últimas décadas. Analistas de Wall Street señalaron que el anuncio superó las expectativas del mercado y podría mejorar la posición de Argentina en términos de reservas y acceso al crédito.
Antecedente con China
Argentina ya cuenta con antecedentes en materia de swaps, particularmente con China, con quien mantiene activado un acuerdo equivalente a unos US$ 5.000 millones. Sin embargo, la posibilidad de un entendimiento con Estados Unidos reviste un carácter distinto, por el monto involucrado y por tratarse de dólares, la moneda de mayor demanda internacional.
Aunque el anuncio fue recibido con entusiasmo, restan detalles clave: las condiciones del swap, los plazos de devolución, el costo financiero y el alcance de las restricciones de uso. También persisten interrogantes sobre las exigencias que pueda plantear Washington en materia de reformas económicas y tributarias.
En un contexto de tensiones cambiarias y vencimientos de deuda inminentes, el apoyo de Estados Unidos aparece como un alivio inmediato para el gobierno argentino, pero también abre un nuevo frente de compromisos y desafíos de largo plazo.
¿Qué significa este apoyo?
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Swap por US$ 20.000 millones:
Se trata de un acuerdo temporal que permitiría al Banco Central acceder a dólares directamente desde EE.UU. para defender el tipo de cambio, hacer frente a vencimientos externos o fortalecer reservas. Importante: un swap no es un préstamo definitivo, sino un instrumento de liquidez que debe devolverse bajo ciertas condiciones. -
Crédito stand-by / Fondo de Estabilización Cambiaria:
Un financiamiento adicional para estabilizar el tipo de cambio y respaldar al país en momentos de volatilidad extrema. Su implementación podría ofrecer un margen de maniobra mayor para hacer frente a compromisos económicos inmediatos. -
Compra de bonos argentinos en dólares:
Si EE.UU. efectivamente compra bonos argentinos, ya sea en los mercados primario o secundario, eso podría aliviar las presiones de financiamiento, reducir las tasas exigidas por los inversores externos y mejorar las condiciones de deuda. -
Condiciones y reformas incluidas:
Los anuncios vienen acompañados de exigencias —o al menos discusiones— respecto de componentes estructurales, como terminar con exenciones fiscales para productores agroexportadores que convierten divisas. También corre el rumor de que el nuevo acuerdo podría requerir modificaciones al régimen cambiario, como el fin de las bandas cambiarias. Fuentes: Financial Times, Infobae, Clarín.