“Primero el respeto y el estudio, después todo lo demás”. Seguramente la memoria de este redactor falle en este momento y no sea tan precisa en las palabras, pero sí recuerdo el concepto de la “Dali”, madre de Seba, cuando éste era sólo un niño entrando en la adolescencia y pasaba muchas horas tirando al aro en el Club de Pesca.

Lucas, su papá, le inculcó también el amor eterno por el basquet (de allí su dedicación y trabajo constante para llegar al nivel deportivo que tiene) y en esta conjunción de cuestiones, desde el oeste santafesino, nos llega una historia que reafirma -una vez más- quien es Sebastián Perusia.

Esta historia fue rescatada por el periodista Emiliano Nunia y no sólo involucra al basquetbolista carlospacense de 25 años sino también a una pareja de vecinos de San Guillermo.

Sebastian Perusia jugando la pasada temporada de la Liga Federal en Atlético de Rosario del Tala (E.R.)

Miguel Contini es socio vitalicio del club Unión de San Guillermo y su esposa sufre Mal de Alzheimer. Cierto día, antes del inicio de la pandemia, Sebastián caminaba hacia el entrenamiento y este señor se ofreció a llevarlo en su propio auto. “Yo le decía que no, con un poco de vergüenza porque conocía a muy poca gente en el pueblo, pero insistió, le dije que sí y desde ahí formamos una linda amistad”, reconoce el base a Carlos Paz Vivo!

En ese primer viaje, Miguel le contó de la enfermedad de su esposa y lo duro que era mantenerse fuerte física y psicológicamente en ese momento. “Me hacía bien hablar con él, porque me distraía un poco”, reconoce.

“Desde ese día comenzó a pasar todos los días a saludar a mi mujer y a preguntar cómo estaba. Así que empezamos a ir a la cancha para verlo jugar por dos años, hasta el momento de la internación de mi esposa”, detalló Contini.

Festejo de Perusia en Jáchal (San Juan) donde obtuvo el ascenso al Torneo Federal.

Luego, Perusia viajó por el país vistiendo otras camisetas en diferentes categorías pero su relación no se cortó. Por las vueltas de la vida y el deporte, Sebastián regresó a San Guillermo esta temporada para ser nuevamente el base de Unión. Claro, Miguel lo supo y no dejó de ir al estadio para alentarlo y agradecerle.

“Tuve la suerte de conocerlo, en un momento feo de mi vida y me demostró ser una gran persona, mejor persona que jugador de basquet”, reconoció, emocionado, el santafesino.

“Todo es tal cual cuenta Miguel”, afirma Perusia a este medio y agrega: “En mi regreso al club, él me cuenta que gracias a nuestra relación, ella se animó a salir de su casa, conocer el ambiente del basquet y estar un poco mejor antes de la inevitable internación. Sin embargo, ahora no sólo es él quien viene a verme a los partidos, sino también su hija y su nieta, algo de lo que voy a estar agradecido de por vida yo también”.