Rampa mal construida en uno de los colegios visitados.

Florencia Santillán es una vecina de Villa Carlos Paz con movilidad reducida, que atenta evidenciar las dificultades que presentan las personas con discapacidades a la hora de transitar por la ciudad, aprovechó las elecciones legislativas para realizar una prueba sobre el nivel de accesibilidad que presentan las diversas instituciones educativas.

De esta manera, solicitó a la comunidad a través de las redes sociales, que al momento de ir a votar observen el edificio escolar y manden fotos y comentarios sobre la correcta, o no, infraestructura con la que cuenta el edificio para albergar a gente con movilidad reducida.

“Yo también realicé un recorrido por las escuelas que más votantes tenía. La idea era poder ver que tan accesible son los establecimientos para la gente con movilidad reducida que iba a votar; y abrir un debate más profundo sobre qué tan accesibles son las escuelas para los estudiantes y comunidad que concurre de manera diaria”, expresó; a la vez que ejemplificó: “Estuve en la Escuela Carlos Paz que hasta hace poco fue eje de un debate importante sobre el tema de las rampas, ya que en la puerta no habían permitido construirlas debido a que es patrimonio cultural. De todas maneras hicieron una rampa por el costado, que hace que el establecimiento sea muy accesible porque las obras están hechas y como corresponden, al igual que el baño adaptado”.

La experiencia no tuvo el mismo éxito en el Colegio IESS, continuó, uno de los más concurridos porque además tiene los tres niveles de educación. “Ahí me encontré con aulas en plantas altas, muchísimas escaleras, con que las puertas tienen como una especie de rieles que hacen que las sillas de ruedas revoten y dificulten la entrada o salida. Encontré falta de accesibilidad y una clara falta de intención de revertir la situación. De hecho, para poder acceder al mástil de la bandera hay que subir cuatro escalones, y una silla de ruedas no puede”, agregó.

De esta manera, concluyó que “en Carlos Paz las escuelas no solamente no son inclusivas, sino que la infraestructura de la ciudad en sí carece de accesibilidad”.

En primera persona

“A diario se grabar videos en vivo a través de Facebook, para mostrarle a la gente lo que significa tener que hacer las actividades cotidianas como ir a un banco o al super en una silla de ruedas. Me tengo que manejar por la calle porque las veredas están totalmente destruidas, y si existen rampas están mal hechas; entonces es mucho el peligro”, contó sobre el trabajo que realiza habitualmente.

Y aseguró que continuará con tal iniciativa por distintos lugares de la ciudad como la terminal, para evidenciar lo dificultoso que se torna poder acceder al servicio de transporte urbano e interurbano.

“Es una ciudad inaccesible pero que forma parte de una provincial y país de igual modo”, aseveró.