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Por Adrián Camerano. El cantante de No te Va Gustar desembarcó en Córdoba con su disco solista bajo el brazo, aires de crooner y expertise de escenario. No defraudó: a dos meses de una nueva visita del combo uruguayo a estas tierras, el frontman nacido en Munro supo encender a la platea, rockear, reversionar dos veces a Charly García y hasta cantar Sweet Dreams, de Eurythmics.

Pero eso fue al final. Antes, Emiliano Brancciari invadió Club Paraguay de canciones con sello propio, las de su disco “Cada segundo dura una eternidad”. Y aunque no fue eterno, el show tuvo todos los temas de la placa solista, una par de gemas inéditas y hasta algunos celebrados acordes de la orquesta insignia, con fecha próxima en una Córdoba que nunca les falla.

Con formación clásica de dos guitarras, bajo, batería y teclado, y pulsando una tercera viola cuando hizo falta, Brancciari fue del rock más elemental a las canciones más sentidas, desde el aire de frontman a lo Luis Miguel hasta la música disco y el agite de sábado por la noche.

“Rufián”, “Yo lloraré con vos”, “El rey ha muerto”, “Insuperable” y “Fe en lo que yo quiera” fueron algunos de los temas que animaron una velada que por momentos fue de living, por momento un recital de rock clásico y plagado de celulares convertidos en luciérnagas 2.0.

En los covers hubo espacio para “No soy un extraño” y “Me siento mucho mejor”, de García; también para “No sé si salgo hoy”, del oriental Claudio Taddei. El final de show al filo de las 23 fue el preludio ideal para seguirla en la noche de sábado o disfrutar de dulces sueños, acunados al calor del mejor rock.