La crisis económica, la inflación y una temporada atípica y difícil para los que viven del turismo repercuten directamente y con más dureza en los sectores más vulnerables de la sociedad.

Esa situación se observa todos los días en el Refugio Nocturno Cura Brochero al que acuden cada vez más personas en busca de un plato de comida, un baño caliente y una cama para descansar.

Los voluntarios siguen trabajando para sostener este sitio que cumplió 26 años colaborando con los que menos tienen y con las personas que llegan a diario en busca de una ayuda.

¿Qué se necesita?

Las necesidades del Refugio van desde la recolección de cartón, plásticos y papeles para reciclar y vender.

Además, se requieren ropa de hombre, zapatos, zapatillas y elementos de higiene personal.

También se puede colaborar con fideos, arroz, polenta, leche y alimentos no perecederos.