Está de civil pero cuando camina por el centro de Carlos Paz no pasa inadvertido. Su nombre real es Daniel Bialogorsky, y le dicen Mel, quizás porque uno de sus trabajos principales es vender miel que él mismo produce en distintos puntos de las sierras.
Desde que pasó por Tanti alguna vez, hace muchos años, Mel siempre dijo que sería su lugar en el mundo cuando detuviera su marcha de viajes y experiencias. Y desde hace 18 años se afincó allí junto a sus hijos y ahora sus nietos.
Es actor, director de teatro, comunicador y unas tantas cosas más. Pero, cuando se acerca la fecha de la Navidad, es el Papá Noel más solicitado de la región.
“Nací en Entre Ríos, en un pueblito que se llama Las Moscas. Mi vieja venía viajando en tren, rompió bolsa y me tuvo ahí. Hasta los 6 años viví con mi abuela y después viví con mis viejos en distintos barrios. Me fui a vivir solo a temprana edad y viví en muchos lugares, me considero ciudadano del mundo”, cuenta.
Vendedor de miel
“Papá Noel se dedica a algo muy dulce, vende todos los productos de la colmena. Tengo colmenas en Cruz del Eje y en otros lugares”, asegura Daniel que lleva una bolsa con sus productos para sus clientes.
Además, trabaja como actor y director de teatro. “Hice teatro muchos años, hice un unipersonal en el teatro el Porteño, en la Calle Corrientes, llamado “El vendedor promesas”; una ópera rock de Lito Nebbia, me dirigió la exesposa de Nito”, relata.
El nacimiento de Papá Noel
Desde hace 18 años, Daniel encarna el personaje navideño más conocido en el mundo. “Había hecho el personaje del cuarto Rey Mago, Artabán, que es muy parecido a Papá Noel. Y sigo haciéndolo con el espíritu de ese Rey Mago cuyas características eran la bondad y la solidaridad. Yo siempre digo que no me disfrazo de Papá Noel, me pongo su piel, por el simbolismo”, señala.
Y explica: “El Cuarto Rey Mago se llamaba Artabán y se iba a reunir con Melchor, Gaspar y Baltasar porque habían descubierto la estrella que anunciaba la llegada del Mesías. Se iban a reunir en el templo de las Siete Esferas de Babilonia. Pero, qué pasó, los Reyes iban desde un lugar y Artabán lo hacía desde otro punto. Los Reyes llevaban incienso, mirra y oro para regalarle al Niño Jesús, y él llevaba un jade y una perla. Y en el camino se dedicó a ayudar y se paró a ayudar a leprosos, a una señora que querían matar. Y llegó a Jerusalén cuando ya estaban matando a Jesús. Y cuando dicen que se empezó a mover el templo de Jerusalén, a él le cayó una piedra pesada en la cabeza y mientras estaba inconsciente, Dios le habló y le dijo que por su servicio se lo iba a recordar todos los jueves. Y así fue. Es un personaje muy conocido dentro del ambiente islámico”.
Las cartitas de los chicos
Mel dice que cuando se pone en la piel de Papá Noel, es un chico más. “Enseñé teatro toda la vida y sobre todo a niños. Me pongo a jugar con ellos, en Tanti tengo un personaje que es el payaso Mamarracho y hago de Rey Mago que es la antítesis de Papá Noel”.
Con el traje rojo y blanco, trabajó durante seis años en una cadena de heladerías y lo sigue haciendo en la Galería del Sol.
“Lo importante es lo que uno da porque volver siempre vuelve no solo con la compensación del dinero”, indica y agrega: “Desde que empecé a hacer el personaje guardé todas las cartitas de los chicos y tengo unas 8 mil. Algún día pienso hacer una exposición con todas las cartas. Tengo cartas viejísimas”.