Los productores de la serie “El juego del calamar”, el nuevo éxito de Netflix, le cambiaron la vida a una habitante de Seúl, tras incluir su número telefónico en el reverso de la dichosa tarjeta que consultan los desesperados dispuestos a participar de unas competencias que tienen el entorno mágico, colorido y saludable de una guardería infantil llena de colores, pero donde si no consiguen avanzar, serán eliminados de la faz de la tierra.

Aún no se conocen las causas de semejante error, pero el teléfono suena cuatro mil veces por día en la vivienda de una persona que, según un diario sudcoreano, se apellida Kim. Esto es porque su número apareció en los millones de pantallas de 190 países. Antes de esto, vivía tranquilamente y recibía, de vez en cuando, algún llamado de algún familiar.

Ahora su vida es un infierno donde el teléfono suena ininterrumpidamente. Lo peor es que la dueña de la línea no se percató de lo que estaba sucediendo porque figura entre la minoría que no se ha interesado por la serie. Ahora lo sabe, porque sus abogados se ocuparon del problema y entablaron una demanda contra Netflix, la productora local y el showrunner Dong hyuk Hwang.

Una legislación que protege

Corea tiene una completa legislación que protege los datos personales, uno de cuyos artículos, el número 59, contempla un caso específico como el que padece la ciudadana cuyo teléfono real fue incluido, sin su conocimiento ni consentimiento, en una ficción que, para colmo de males, es de las más exitosas de la principal plataforma de streaming.

La pregunta que se plantea la mujer víctima del aparente error o descuido, es si se trata de un descuido o de un intento de lograr publicidad gratis a expensas de ella, a quienes miles hacen objeto ahora de bromas pesadas.

Según el portal coreano Koreaboo, es un severo error de producción que debería haber tapado o cambiado los tres últimos dígitos.

Casos similares

Los teléfonos que aparecen en series y películas son algo muy serio que ni las autoridades ni los cineastas toman a risa. En el año 2000 cuando se reorganizó el servicio telefónico en el Reino Unido, tuvieron la precaución de reservar unos 20 mil números para el uso del cine, la televisión y la radio.

Entre ellos hay varios miles que pertenecen a áreas geográficas reconocibles como Londres, Irlanda del Norte o Bristol, otros que son números de celular y finalmente un tercer grupo que parece de llamada gratuita. Uno de los que se ocupó del tema, Joe Smithies, declaró en su momento “para la audiencia , se trata de un tema de realismo”.

Hay miles de fanáticos de la serie “Doctor Who”, por ejemplo, que al menos una vez al año se dan el gusto de discar el 07700900461 que es el directo del personaje, pero a diferencia de lo que le sucede a la pobre señora Kim en Seúl, una voz masculina y muy cortés informará que “el sistema no logra reconocer el número al que usted ha llamado”.

Cosas tan extrañas como las de “El juego del calamar” han ocurrido con otras producciones más o menos terroríficas. En “It”, la cinta basada en una novela de Stephen King, se observan carteles de niños desaparecidos, entre ellos Richie Tozier y debajo del rostro figura el número de teléfono que también en la vida real corresponde a un departamento de policía

Y si de problemas con teléfonos se trata, hay que recordar el legendario tema de Gianni Boncompagni que cantaba Rafaela Carrá, 53 53 456 que fue lanzado en los 70 en Europa con un éxito increíble y en países como Argentina coincidía con abonados reales por lo que se cantaba con la letra cambiada.

En Hollywood hay una política vigente desde los 60 según la cual la industria del entretenimiento solo puede utilizar el rango de números que va entre el 555 0100 y 5550199 porque son líneas que no existen. Se dejan vacías a propósito para evitar el asedio y las bromas que está soportando la señora Kim en Corea.

Fuente: Pasen y Vean/Cadena 3.