El Jardín de la Alegría

PhoTortul 1733
“El Jardín de la Alegría”
Avellaneda e Yrigoyen – V.C.Paz
Verano 2020

Los que conocen a mi Viejo, saben que su ‘leit motiv’ siempre fue:
“Verde es Vida”

Décadas y décadas atendiendo el legendario Vivero Tórtolo y luego, ya en su jubileo, despuntando su pasión en su parque particular, en el corazón verde de Villa Domínguez.

No es por nada, pero lo debo decir: este santuario botánico es todo un deleite para los vecinos y un atractivo turístico para los que se hospedan en el Hotel El Cid, en el Dora, en el EnriMar…y en tantas hosterías de la zona.

Es más, mujeres que le consultan sobre tal o cual planta, terminan adentro del parque charlando…y yéndose con alguna flor, algún gajo…alguna semilla.

¿Como se fue armando este auténtico “Jardín de la Alegría” ?!? Pues, con elementos traídos de sus viajes o regalados por terceros de todos los sitios imaginados del planeta. Toda semilla encuentra su lugar, todo gajo su herida en la tierra…toda orquídea se prende de algún tronco con mucha savia.

El tema es que su memoria ya no es la misma…y a veces no recuerda de dónde sacó tal o cual planta. Y allí nacen ‘discusiones adorables’ con mi Madre, con la Delcia.

-Creo que esta palmera nació de una semilla que trajimos del Camino de Cornisa, entre Salta y Jujuy; sentencia con cierta duda.

-¡Pero NO, Ernesto, esa la trajiste de Esperanza, de la plaza, cuando fuimos a visitar a Wichi !!!; lo contradice casi retándolo…la Delcia. De paso mando saludos a Cañada Rosquín, Sunchales y Esperanza…a mi mitad santafecina.

Días atrás, con la magia del Wasap, mi hermana Laura me transmite una preocupación:
“Luis, hay una planta nueva que llama mucho la atención, la gente se para…le saca fotos… ¿podes venir?!?

Fui.

Y la vi.

Alto cagazo.

Suena un Bob Marley imaginario de fondo.

Sorpresa mezclada con cierto temor.

Para colmo, al agacharme a mirar las hojas escucho voces y risas que vienen de dos voluminosos carniceros con sus delantales teñidos de sangre vacuna, tras dejar sendas ‘media reses’ en La Mantequita, al frente, donde era el Mercadito Villa Domínguez de Don Terragnolo.

-Vaaamo Gringo, compartí, que nosotros ponemos la costilla y el ferné!!!; dice Uno en tono jocoso.

-No, por la flor se trata de ‘otra planta’; dice el Otro,con tono de sabiondo y suicida.

¿De dónde salió esta exótica planta tan particular?!?

Nadie lo sabe.

Ni mi Viejo…ni la Delcia.

Lo cierto es que La Flor de esta planta, debidamente colocada en una aplicación moderna por el ingeniero (en orquídeas) Charli Tórtolo, sobrino de Don Ernesto, trajo la DATA necesaria para que nos quedemos tranquilos ante los ‘Perros de la DEA’.

“Se trata de una ABELMOSCHUS ESCULENTUS. Pero si nos salimos del extraño nombre científico, la gente normal le dice QUINGOMBÓ… BARNIA…QUIMBO…o ANGELONIA” -Y manda fotos, también por Wasap.

Pero que se parece…se parece.

El Jardin de la Alegría, casi como el del film homónimo sigue verde, y con sorpresas en las cuatro estaciones. Esta de verano…vino con cierto susto.

Me vuelvo a la compu a laburar, silbando el tema de Calamaro de fondo:

“Voy a salir a caminar solito…” y lo hago por el parque de mi Viejo, entre chañares, vides, kiwis, santarritas, orquídeas, lechugas, palmeras… berberis…barbas de chivo… y Quingombó.

Vaya cosa buena.

#DonErnestoTortolo

#JardinesDeLaVilla

#VerdeEsVida