La muerte de otra persona elevó al menos a 11 el número de fallecidos, en su mayoría jóvenes, que fueron baleados en las protestas contra la violencia policial que sacudieron a Colombia en los últimos dos días y que motivó hoy un pedido de “perdón” por parte del ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo.

Cientos de personas más resultaron heridas en los choques y disturbios, con epicentro en la capital Bogotá, que estallaron en repudio a la agresión que sufrió el martes pasado el abogado Javier Ordóñez, de 43 años, a manos de uniformados que lo sometieron en el suelo a varias descargas con un arma eléctrica.

El letrado murió después de ser llevado a un Comando de Acción Inmediata (CAI) de la Policía Nacional, en cuyo interior recibió todo tipo de agresiones que le causaron el deceso.

Dos de los uniformados fueron expulsados de la fuerza y otros cinco sospechosos están siendo investigados, se informó oficialmente.

Holmes Trujillo, quien pidió perdón público a nombre de la policía, se declaró indignado y embistió duramente contra los responsables del brutal episodio.

“Con respecto a la muerte de Javier Humberto Ordóñez que nos duele y nos indigna, la Policía nacional pide perdón por cualquier violación a la ley o desconocimiento de los reglamentos en que haya incurrido cualquiera de los miembros de la institución”, señaló el funcionario en una declaración acompañado de mandos policiales.