La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) rechazó este miércoles la sanción de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), al juzgar que la norma aprobada esta madrugada por el Senado Nacional “ahondará aún más las divisiones en nuestro país”, al tiempo que lamentó “la lejanía de parte de la dirigencia del sentir del pueblo”.

En un documento divulgado luego de la sanción de la ley, que lleva la firma del titular de la CEA, monseñor Oscar Ojea, los obispos destacaron que “la Iglesia en la Argentina quiere ratificar junto a hermanos y a hermanas de distintos credos, y también a muchos no creyentes, que continuará trabajando con firmeza y pasión en el cuidado y el servicio a la vida”.

“Esta ley que ha sido votada ahondará aún más las divisiones en nuestro país”, expresaron los obispos y lamentaron “profundamente la lejanía de parte de la dirigencia del sentir del pueblo, el cual se ha expresado de diversas maneras a favor de la vida a lo largo y a lo ancho de nuestra Patria”.

El documento señala además que la Iglesia católica continuará junto a los argentinos defendiendo las “auténticas prioridades” que “requieren urgente atención, entre las que enumeró a “los niños y las niñas que viven en la pobreza en cantidad cada vez más alarmante, el abandono de la escolaridad por parte de muchos de ellos, la apremiante pandemia del hambre y la desocupación que afecta a numerosas familias, así como la dramática situación de los jubilados, que se ven vulnerados en sus derechos una vez más”.

“Tenemos la certeza de que nuestro pueblo seguirá eligiendo siempre toda la vida y todas las vidas”

La nueva ley de legalización del aborto hasta la semana 14 de gestación, aprobada esta madrugada en la cámara alta por 38 votos afirmativos contra 29 negativos y una abstención, también cosechó el rechazo de otros credos religiosos.

La Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera) lamentó la sanción de la ley, al considerar que “la mayoría celeste no fue escuchada”, y evaluó que “este tiempo de discusión sobre el poder de unos sobre las vidas de otros, ha mostrado una vez más el inmenso egoísmo del ser humano frente a otro ser humano desvalido, inocente y vulnerable”.

En un documento difundido por la mañana con el título “Hoy es un día triste”, la Aciera sostuvo que “sin lugar a dudas, hoy la Argentina retrocedió siglos de civilización y respeto al derecho supremo de la vida” con la aprobación del proyecto de ley, y señaló que “lamenta enormemente” la decisión de diputados y senadores de aprobarla.

El titular del Centro Islámico de la República Argentina (Cira), Aníbal Bachir Bakir, expresó que “desde el Islam estamos en contra del aborto”, posición que, dijo, transmitió a los legisladores cuando concurrió al Congreso de la Nación para exponer sobre el pensamiento de esa religión en el tema.

“Que una mujer o un matrimonio no quiera la responsabilidad de tener un hijo, y se le ocurre abortar porque no lo quieren tener, o abortar un hijo por miedo a la pobreza, porque el Corán habla específicamente de ‘no asesinar a vuestros hijos por miedo a la pobreza’, eso en el Islam no está permitido”, dijo.

Indicó que, no obstante, “en la jurisprudencia islámica existen excepciones, por ejemplo, si hay algún riesgo para la salud o la vida de la madre; Si hay alguna enfermedad que tenga la criatura y si los padres están de acuerdo, con supervisión y aprobación médica; o si se ha producido una violación, por cuestiones de honor, también se puede llegar a abortar”.

Bashir Bakir explicó que en el Islam el período en que se puede realizar el aborto “es dentro del plazo de los primeros 120 días del embarazo”, ya que se considera que en ese lapso “el embrión es una vida inanimada, y cuando se cumple ese tiempo recibe el alma” por lo cual” una vez transcurrido ese plazo ya no se puede abortar”.

Opinó el dirigente, “a título personal”, que esta ley “no es lo más urgente, porque hoy en la sociedad hay otras cuestiones mucho más prioritarias como el hambre, la falta de educación, salud y otras cuestiones”.

Con todo, reconoció que “hay prácticas clandestinas” que conllevan serios riesgos para la vida de las mujeres, pero advirtió que “de ahí a que se diga que hay 100.000 muertes en la Argentina, yo no sé quién lo pudo comprobar” y estimó que, de ser cierto, “todos tendríamos que tener una conocida que se haya muerto por un aborto clandestino”.