La cotización del dólar oficial volvió a sacudir al mercado cambiario en medio de un clima de fuerte incertidumbre política y económica. En la jornada de este lunes, el tipo de cambio mayorista trepó hasta los $1.356,85, lo que implicó una suba de más de $40 en pocos días y dejó a la divisa a un paso de su récord nominal alcanzado el 31 de julio, cuando llegó a $1.371,5.
El salto encendió nuevamente las alarmas en el Gobierno, que intenta contener la volatilidad en medio de tensiones políticas, medidas de ajuste monetario y una creciente expectativa devaluatoria de cara a las elecciones legislativas.
Los factores detrás de la escalada
El movimiento del dólar se explica por una combinación de elementos. Por un lado, los llamados “ruidos políticos”, en particular el reciente escándalo de corrupción que involucra a la hermana del presidente Javier Milei y el desgaste del oficialismo en el Congreso, sumaron incertidumbre sobre la capacidad del Ejecutivo para sostener el rumbo económico.
Por otro lado, la política monetaria aportó más presión. La eliminación de las LEFI liberó unos 10 billones de pesos al mercado, lo que disparó la liquidez. El Banco Central reaccionó elevando los encajes bancarios hasta el 50% y operando en futuros para intentar frenar la escalada. Sin embargo, las tasas de caución, que llegaron a superar el 50% anual, reflejan la tensión entre la ortodoxia monetaria y la necesidad de estabilizar los precios.
El impacto en el mercado
La volatilidad se sintió en todas las plazas financieras. En operaciones interbancarias, el peso argentino se depreció más de un 2,5% en cuestión de horas. El dólar minorista también acompañó la tendencia, con cotizaciones en torno a los $1.380 en algunas entidades privadas.
Mientras tanto, los contratos a futuro descuentan que la divisa superará los $1.500 en diciembre, lo que marca que los inversores esperan un ritmo devaluatorio sostenido hacia fin de año.





