El cine está de luto. Una de las figuras más importantes de su historia, Jean-Luc Godard, falleció este martes a los 91 años según informó su familia y un comunicado el diario Liberation.

Nacido en París en 1930 dentro de una familia adinerada y relacionada con el mundo de la banca, criado entre Suiza y la capital francesa, Godard comenzó a interesarse por el cine durante la década de 1950, tras haberse planteado una carrera como pintor y haberse matriculado en Etnografía en la Sorbona (apenas llegó a asistir a clase).

Como tantos compañeros de la llamada ‘Nouvelle Vague’, el movimiento de jóvenes cineastas francófonos que habría de sacudir los cimientos del cine, Godard llegó al ejercicio del séptimo arte a través de la labor de Henri Langlois para divulgar la obra de los directores clásicos a través de la Cinemateca Francesa, con él y sus hermanos de cinefilia venerando a los antiguos maestros “como cristianos en las catacumbas”.

La influencia de Langlois se sumó a la del educador André Bazin, a través del cual Godard conoció a aspirantes a crítico (y después cineastas) como Jacques Rivette, Claude Chabrol, Éric Rohmer y François Truffaut, junto a los cuales trabajó en la revista Cahiers du Cinéma con el seudónimo de Hans Lucas.

Sus obras

Comenzó a cuestionar los postulados de Bazin desde prácticamente su debut en Cahiers, alabando los trabajos de Howard Hawks (al que llegó a llamar “el mayor artista vivo”) Otto Preminger frente a los de otros directores más “académicos” como Orson Welles. 

Tras un retorno a Suiza durante el cual rodó su primeros cortos (Une femme coquette y Opération bétonambos de 1955), Godard regresó a París y barajó proyectos como adaptar al cine la novela de Goethe, Las afinidades electivas. Asimismo, firmó otras obras breves comoUne histoire d’eau(1958), rodada en colaboración con Truffaut aprovechando metraje de una riada en la ciudad.

En 1960, Godard estrenó Al final de la escapada,su primer largometraje. La película, con Jean-Paul Belmondo y la estadounidense Jean Seberg, la cinta cayó como un terremoto entre los aficionados y críticos de todo el mundo gracias a su ruptura formal con los cánones de la narrativa cinematográfica, sumada a un guion que subvertía arquetipos del noirestadounidense y el cine de serie B.

Cada nuevo estreno de Godard fue sinónimo de transgresión e innovación, poniendo del revés géneros como el musical (Una mujer es una mujer1961), el drama (Vivir su vida1962, sobre los padeceres de una prostituta), o el cine bélico con Los carabineros y El soldaditoestrenadas ambas durante el sangriento conflicto por la independencia de Argelia. Durante esta época, su pareja Anna Karina se convirtió en su actriz fetiche y el rostro por excelencia de sus películas.

Entre 1988 y 1998, Godard encaró una de sus obras capitales, Histoire(s) du cinémaSe trata de un documental de duración maratoniana, repartida en ocho episodios, donde el cineasta repasaba, a partir del montaje de material ajeno y en un estilo elusivo y elíptico, todo lo que para él significaba el séptimo arte.

El Godard del siglo XXI, realizó cintas como Elogio del amor (2001), Nuestra música (2004), Film Socialisme (2010), Adiós al lenguaje (2014) y la postrera El libro de imágenes(2018). En ellas, el director empleaba nuevas tecnologías, incluyendo la filmación con teléfonos móviles y el 3D, para reflexionar sobre temas de actualidad.

Fuente: 20minutos.es