Investigadores de la universidad de El Cairo descubrieron en la necrópolis de Saqqara, a unos 30 kilómetros al sur de la capital egipcia, la tumba de un noble y alto funcionario de la estructura de gobierno de Ramsés II, el tercer faraón de la dinastía XIX, quien reinó entre 1279 y 1213 a. C. y es considerado uno de los mandatarios más importantes del Antiguo Egipto.

Las excavaciones han dejado al descubierto una serie de pinturas murales e inscripciones jeroglíficas a partir de las cuales lograron identificar a la persona enterrada como Ptah-em-Uya, que se desempeñó como jefe del Tesoro real, escribano real, supervisor principal del ganado y responsable de las ofrendas religiosas del templo dedicado a Ramsés II en Tebas.

Por su parte, la jefa de la misión arqueológica, Ola el Ajezy, señaló que la sepultura pertenece a un estilo arquitectónico conocido como templo-tumba. Según explicó, a la entrada al recinto fueron encontradas estelas jeroglíficas que dan cuenta de la vida de Ptah-M-Wia, mientras que en la entrada a uno de los salones descubrieron una serie de murales que representan una procesión para entregar ofrendas divinas, principalmente animales, así como el sacrificio ritual de estos.

Asimismo, en uno de los patios fueron halladas una gran cantidad de columnas osiríacas, algunas de las cuales se encuentran sobre el suelo, mientras que otras siguen en pie en su lugar original.

“Esta tumba tendrá un estudio detallado y cuidadoso para aprender sobre escenas de la vida económica durante el reinado de Ramsés II relacionadas con el almacenamiento de granos, los años de sequía, inundaciones e impuestos”, comentó Mustafá Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades.