El general Qasem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, y el sublíder de la coalición de milicias mayoritariamente chiitas iraquíes Unidades de Movilización Popular, Abu Mahdi al Muhandis, murieron anoche en un ataque estadounidense con misiles en el Aeropuerto Internacional de Bagdad.

La información fue confirmada por un portavoz de la milicia, conocida en árabe como Al Hashd al Shaabi, según reportó la cadena de televisión Al Arabiya, que agregó que en el ataque murieron al menos otras siete personas, cuatro de nacionalidad iraquí y tres de nacionalidad libanesa.

El Pentágono admitió la responsabilidad estadounidense en el ataque y lo atribuyó a que
“buscaba disuadir planes bélicos de Irán”, cuyo líder Ali Jamenei prometió “venganza contra los asesinos”, mientras que Irak repudió el crimen.

“El general Soleimani estaba desarrollando activamente planes para atacar a los diplomáticos y miembros del servicio estadounidenses en Irak y en toda la región”, señaló el Pentágono en un comunicado citado por medios locales.

La nota responsabiliza a Soleimani y a la Fuerza Quds “de la muerte de cientos de
estadounidenses y de miembros del servicio de la coalición, y de las heridas de miles más”.
“Estados Unidos continuará tomando todas las medidas necesarias para proteger a nuestra
gente y nuestros intereses en cualquier parte del mundo”, agregó el comunicado, que precisa que este golpe “tenía como objetivo disuadir futuros planes de ataques iraníes”.
El portavoz de la milicia chiita Ahmed al Asadi le aseguró a la cadena de televisión árabe dijo que además de Estados Unidos, Israel estuvo detrás del ataque.

Respuesta: una dura venganza

El líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatollah Ali Jamenei, aseguró este viernes que quienes asesinaron al comandante de la Guardianes de la Revolución iraní (IRGC), el general Qasem Soleimani, se enfrentan a una “dura venganza”.

En un comunicado publicado por medios oficiales iraníes, el ayatollah Jamenei culpó a la “gente más cruel de la tierra” del asesinato del “honorable” comandante que “luchó valientemente durante años contra los males y los bandidos del mundo”.

“Su fallecimiento no detendrá su misión, pero los criminales que han manchado sus manos con la sangre del general Soleimani y de otros mártires en el ataque del jueves por la noche deben esperar una dura venganza”, agregó el líder.