Cacho Santa Cruz se emocionó hasta las lágrimas cuando se enteró de la noticia de la muerte de Diego Armando Maradona. Cacho es un vecino conocido en Carlos Paz, un hombre que ha viajado por el mundo y que en 1979, tras el Mundialito en que Diego alzó su primera copa para Argentina, lo esperó durante horas para que le firme la tapa de El Gráfico en el que estaba él, el 10.

En su casa de Güemes y 25 de Mayo, Cacho empezó a construir un cartel a las 4 de la magrugada de este jueves y para las primeras horas de la mañana ya estaba listo.
Los vecinos lo saludaban, los caminantes lo aplaudían y le gritaban: “Bien, viejo, bien”.

“No tenemos idea de la dimensión de lo que ha pasado”, dice, adelante del cartel con el nombre del mejor jugador del mundo de todos los tiempos. “Cuando recibí la noticia estaba solo y me sentí triste. Y empece a trabajar en el cartel”, dice y agrega: “Cada uno lo siente y lo llora como puede. Nos dio muchas alegrías, fue muy criticado, pero nadie le dio tanta alegría al pueblo”.