Juan Mario Obulgen, ídolo de la T y Cosme Zaccanti, referente de Belgrano.

Uno jugó mucho tiempo en Talleres y, en Carlos Paz,  su nombre es sinónimo de la escuadra albiazul. El otro tuvo momentos heroicos en Belgrano y eligió a la villa como lugar en el mundo. Como otros exfutbolistas que viven en la ciudad o la región, se conocen y hasta han jugado algún partido en las canchitas de la ciudad.

Juan Mario Obulgen y Cosme Zaccanti hablaron con Carlos Paz Vivo sobre lo que se siente en la previa y en el durante de un clásico cordobés.

Mario fue jugador de Talleres entre 1981 y 1994. Antes había pasado por las inferiores del Atlético Carlos Paz y desde la “T” emigró al Wil de Suiza, donde jugó entre 1994 y 1995. Luego pasó por Atlético Rafaela y terminó su carrera en Independiente de Honduras ,en 1998.

Cosme Zaccanti nació en San Nicolás (Buenos Aires) y se inició en las inferiores de Racing Club de Avellaneda. Pasó por Huracán de Corrientes y luego de lograr el ascenso frente a Talleres, comenzó su carrera en Belgrano en 1997.

La pasión por los colores

La nota se gestó unos días antes de este domingo y por los compromisos de cada uno de los entrevistados no hubo posibilidad de reunirlos para la foto y la charla. Sin embargo, los dos ex ídolos de Talleres y Belgrano conservan su amistad a través de los años a pesar de haber sido rivales en la cancha.

“A los clásicos los vivía de una manera especial”, dice Juan Mario Obulgen a Carlos Paz Vivo. “Como jugador de divisiones inferiores esperábamos el clásico para jugarlos y lo palpítábamos en la semana de una manera distinta”.

“En mi etapa como jugador profesional, se jugaban los campeonatos largos y cuando se sorteabva el Fixture uno ya se fijaba en la fecha en que se jugaba el ansiado encuentro”; asevera el exdeportista.

“Nos preparábamos desde otro lugar poque el hincha te hacía saber que se venía el Clásico. Nos preparábamos de toda la forma, era integral. Desde lo emocional y lo psicológico era un aspecto importante ya que teníamos sensaciones muy fuertes porque uno tenía identidad y sentido de pertenencia”, expresa Obulgen.

“El jugador surgido de divisiones inferiores lo vivía distinto. Al que venía de afuera, se lo hacía saber la gente en la cancha. Se jugaba siempre con las dos hinchadas y era un partido que se vivía diferente y la cabeza se preparaba de esa forma”, sostiene.

“En mi tercera etapa como entrenador de divisiones formativas uno podía trasladarle a los jugadores lo que era vivir un clásico ya que lo habíamos vivido. Había muchos jugadores que venían de otras ciudades o provincias y uno trataba de inculcarloe lo que significaba”, dice Obulgen: “En lo personal me desvivía por jugarlo. Tenían un plus de dejar algo más para ganarlo”.

“Para mí son partidos apartes, no tiene nada que ver como viene uno o como viene el otro. Hoy los veo desde casa, no lo hago en forma presencial. Me gusta verlo y estudiarlo además de analizar todo más allá de que lo veo como hincha de Talleres”, remarca y agrega: “Espero que Talleres pueda ganarlo”.

Ganar el clásico es salvar el año

Cosme Zaccanti llegó desde Huracán de Corrientes, el mismo club que había dejado atrás a Talleres en la pugna por un ascenso. Quizás por eso, el hincha de Belgrano lo quiso y lo sigue queriendo hasta hoy.

En diálogo con Carlos Paz Vivo, aseguró que los clásicos tienen un condimento especial. “Hice las inferiores en Racing hasta que cumplí los 30 años y después pasé a Huracán de Corrientes en donde le ganamos una final a Talleres. Después pasé a Belgrano donde llegué por Chiche Sosa, que volvía y me llevó”, dice el exjugador.

“El tema de los clásicos es que son especiales. Es complicado expresar todas las sensacones porque uno dice que esun partido más que se juega pero se le agrega toda una adrenalina, un nerviosismo y una presión importantes”, asegura Cosme.

Y agrega: “Ahí está la cabeza de los jugadores en poder superar esos momentos. Eso termina marcando las diferencias en los partidos con aquel que pueda abstaerse de esa presión que conllevan los clásicos”:

“Sacando los de Buenos Aires, el clásico de Córdoba es uno de los grandes clásicos del país. Se vive la emoción, las presiones. Se juegan muchas cosas y hasta los técnicos quedan expuestos”; detalla el exfutbolista.

Para Sacanti, en la actualidad el jugador está más expuesto por las redes sociales. “Si ganás está todo bien pero si perdés tenés que bancarte todas las situaciones”.

El exjugador sigue de cerca todo lo que pasa en el fútbol actual y asegura que el clásico entre Talleres y Belgrano tiene un fuerte condimento de emotividad.

“Se vive intensamente toda la semana previa. Ahora es todo más complicado por las presiones de las redes sociales. Los futbolistas están más expuestos, se muestran más, se les hace difícil andar por la calle”, asevera.

“Casi todos los clásicos que jugue se disputaron en el Mario Kempes donde la localía no influye porque es muy grande”, indica y agrega: “Ganar el clásico es salvar el año porque se reúnen un montón de cosas. La parte emotiva es trascendental y abstraerse de eso es muy importante”.