El proyecto va a llevar un año de trabajo aproximadamente y está cargo de una consultora externa. Primero se va a realizar un diagnostico de la situación para determinar los pasos a seguir en la implementación de energías renovables.

En el marco del Programa de Transición Energética del municipio, se dio a conocer que se pone en funcionamiento un plan de trabajo con la intención de contribuir a la reducción de emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI), utilizando una matriz energética con menos presencia de combustibles fósiles.

El trabajo, que va a llevar un año, está a cargo de Marcos Urquiza, ingeniero electricista, con maestría en energías renovables, jefe de la Cátedra de Fuentes No Convencionales de Energía en la Universidad Tecnológica de Córdoba, es el encargado de los nuevos proyectos de Generación de Energía en EPEC y se dedica a la consultoría de implementación de Energías Renovables.

Se traza un objetivo general que es “favorecer la transición de la matriz energética en el municipio con la experiencia mundial, que siempre debe predicar el ejemplo”, dijo el especialista. El plan se va a realizar en tres ejes, el de eficiencia energética, el uso responsable y la implementación de energías renovables.

El inicio de este trabajo, prevé “relevar el uso que vienen haciendo de la energía, cómo lo hacen actualmente, de qué manera, qué aparatos hay y qué tecnología es y en base a eso se hace un plan de trabajo a corto plazo para determinar en cuanto porcentaje se eficientiza o si se cambia por energía renovable”.

La primera foto del diagnostico se va a realizar en el edificio de la Dirección de Ambiente y luego se pasará al Palacio municipal, para posteriormente abrirlo al resto de las dependencias.

Apuntó al objetivo que se plantean, y detalló que es “mucho más barato ahorrar un Watt que producirlo”. Y especificó que la idea es “que se conozca de donde viene la energía, entender que los recursos primarios pasan por una transición, que se transforma en energía secundaria a vectores energéticos como el gas, la electricidad, entre otros, y desde allí hasta llegar al usuario, existen muchas pérdidas”.

La base de la eficiencia entonces, es “tratar de que se use poco, para que en toda esa cadena se pierda menos”.

La primera etapa del plan como señalaba anteriormente el ingeniero, es realizar un “diagnostico energético, la identificación de los usos significativos de la energía, el programa de acción y eficiencia, determinación de indicadores, que es para controlar las acciones, luego una medición de seguimiento y la formación de auditores energéticos voluntarios”.

Educación e implementación

Lo anterior, le da paso al segundo eje que plantea Urquiza, que está vinculado al uso racional de la energía. Aquí determinó la diferencia que existe con la eficiencia, que equivale a la “tecnología que usa de la mejor manera posible la energía de todos sus tipos”; mientras que el uso responsable, es atravesado por la educación, “ya que podemos usar algo mal que puede ser muy eficiente”.

Subrayó una frase que viene desde el 2018 y que expresó el Panel de Cambio Climático en aquel entonces, donde señalaron que “si no hacíamos algo para disminuir el aumento de temperatura a través de la emisión de gases de efecto invernadero, íbamos a tener consecuencias”.

Hay que entender dijo el especialista, que emprendemos “un viaje sin retorno, por eso debemos comprender por qué hacemos las cosas y aprender a manejarnos de otra manera con la energía”.

El eje que apunta al uso racional, está vinculado a la capacitación y también se va a dar en etapas. La primera es interiorizar al personal del municipio, luego “se va armar un programa para implementar ese objetivo, que también va a ir destinado al público en general, y luego la formación de auditores energéticos voluntarios y capacitación para los ciudadanos”.

En la parte final, el último de los ejes es la implementación del sistema fotovoltaico. “Está parte es más rápida, el sol sale para todos, entonces es la forma más rápida de poner en funcionamiento esto, que hay varias maneras”.

“Los edificios administrativos públicos ya deben contar con energías renovables, por lo menos un porcentaje, por fuera o en el propio lugar. Hay dos marcos legales nacionales, que es el objetivo a corto, mediano y largo plazo de cambiar la matriz energética y también para los pequeños usuarios”, expresó.