En el programa “Seres Libres” que conduce Gastón Pauls, Dalma habló de las adiciones de su papá y de como afectaron a toda la familia.

En el ciclo televisivo, que retrata y reflexiona sobre el tema de las adiciones, se armó un clima de respeto muto y entendimiento, ya que Gastos Pauls es también es un adicto en recuperación.

Antes de adentrarse de lleno en el relato que la tuvo como protagonista directa de este flagelo, Dalma expresó sobre sí misma: “Yo siempre hice un esfuerzo muy grande en ser prolija, educada, buena alumna, tan medida en todo, así que siento que no soy adicta a nada y también por la historia que traigo, no me acercaría a nada que yo sepa que me puede llegar a generar una adicción”.

Al ser consultada sobre cómo afectó en ella la adicción de Diego, relató: “Una anécdota que cuenta él y por eso la cuento, es que una vez el estaba en el baño consumiendo y yo tenía 3 o 4 años y le toqué la puerta. No lo dejé de hacer hasta que el tuvo que tirar todo y salir a hablar conmigo. Y él me dijo: ‘me ibas salvando de esa manera’”.

La hija del 10 

La hija del 10 también sostuvo que: “Yo nunca registré una situación de decir ‘uy esto se puso feo’, yo no tenía momentos feos con el de pensar eso”.

También sostuvo que su padre cuidaba mucho ella y de su hermana y que su mamá también las cuidaba de la adición que sufría Maradona. Pero si recordó, haber sido participe de situaciones en las que pensó: “Acá claramente no estaba bien”.

La entrevista también dio paso a una anécdota del propio Gastón Pauls con Diego. Recordó que hace muchos años que no consume pero que una vez tuvo una recaída y Agustina Cherri se lo contó a Claudia Villafañe.

Pauls relató: “Veo que suena el teléfono y era Diego que empezó a putearme: ‘LPQTP, vos sos un forro’ y me dijo una frase que para mí pinta lo que era Diego: ‘mirá Gastón, yo puedo no saber lo que era patear un tiro libre, pero de drogas sé’”.

Dalma también se refirió en la entrevista a un episodio en la vida de Diego, que es muy difícil de pensar si se tiene en cuenta la difícil situación por la que atravesaba con las adicciones. Dijo: “cuando le pedí hacer terapia me contó lo que le paso: ‘yo no creo en los psicólogos, pero si vos querés ir yo te voy a acompañar’”.

Maradona había tenido una mala experiencia con la terapia, con un psicólogo en articular, el cual publicó todas las charlas. A partir de allí, muchas veces le costaba pedir ayuda. Él no tenía un lugar seguro en donde poder hablar de verdad de lo que le sucedía y nadie se enterara, concluyo.