Israel movilizó este jueves tropas y blindados a la barrera con la Franja de Gaza, anunció una invasión a ese territorio que luego desmintió y puso en alerta a miles de reservistas, toda una serie de señales que hacen temer una escalada aún mayor del conflicto con el movimiento palestino Hamas, justo cuando negociadores egipcios mantenían contactos en persona con ambas partes en busca de una tregua.

Al final del día, el Ministerio de Salud de Gaza elevó a 109 la cifra de palestinos muertos, entre ellos 28 niños, y más de 620 la de heridos desde el lunes por ataques aéreos israelíes en la franja costera, en la mayor escalada desde una gran ofensiva de Israel contra la región en 2014.

Voceros militares israelíes dijeron que la aviación bombardeó Gaza unas 1.000 veces desde el lunes y que los movimientos armados palestinos Hamas y Yihad Islámica lanzaron más de 1.600 cohetes hacia Israel en ese mismo período.

Siete israelíes murieron hasta ahora por los cohetes, entre ellos un niño de seis años y un soldado.

Y por quinta noche consecutiva, el cielo sobre la Franja de Gaza y el sur y centro israelí se iluminó con una lluvia de cohetes palestinos y por los mísiles israelíes que interceptaban a la mayoría de ellos.

Pero este jueves por la noche se sumó un nuevo despliegue militar israelí que hace temer que el principal miedo de millones de palestinos se concrete en algún momento: una ofensiva masiva y larga como la del 2009, que terminó con miles de muertos y una destrucción de la que nunca llegó a recuperarse del todo la franja.

Este jueves el ejército israelí desplegó carros y otros vehículos blindados a lo largo de la barrera que separa Israel del territorio palestino, que está completamente bloqueado por aire, tierra y agua desde 2007 por las fuerzas israelíes y con el apoyo de Egipto, la otra frontera de la franja.