Este domingo finalizó la 11° edición del Festival Internacional de Teatro para la Infancia y la Juventud, realizado en Córdoba capital y otros lugares del interior provincial.

A lo largo de cinco días el encuentro se convirtió en un espacio de transformación amorosa, diversa, flexible, creativa y lúdica.

El festival, uno de los más esperados de la cartelera, fue organizado por la Agencia Córdoba Cultura, a través del Teatro Real. Se trata de una de las convocatorias teatrales más relevantes de Latinoamérica. En esta oportunidad también mostró la destacada presencia internacional y el crecimiento de las compañías locales, del espacio independiente y nacionales.

Esta edición retomó la presencialidad plena, luego de que la pandemia obligara a conectarnos a través de la virtualidad, sobre todo a los niños, niñas y jóvenes que estuvieron expuestos más a los avances de la tecnología y a diversos lenguajes artísticos.

Cinco días a puro teatro

La obra Niño Sirena fue la apuesta cordobesa en la apertura. Con presencia de personajes de la fauna marina para hablar de temáticas de la infancia, la propuesta contó con dirección de Guillermo Baldo y la participación de la Comedia Infanto Juvenil y la Comedia Cordobesa.

Los vínculos intergeneracionales se notaron en la obra de República Dominicana, con Fredy Ginebra que acompañó junto a una Abuela de Plaza de Mayo para relatar cuentos y apuntalar nuestra Memoria Colectiva.

Gira”, la obra de la provincia de Neuquén interpretada por tres actrices mayores, se lució en la Capilla del Buen Pastor. En tanto, para la primera infancia desde México, la compañía Teatro Al Vacío complementaron a los coreutas del grupo uruguayo Aguas Claras.

“Los Ravioli” rockearon en la sala Carlos Giménez del Teatro Real. Y la obra “Crianzas el Musical” de Buenos Aires con dirección musical de Carlos Gianni escrita por Susy Shock sobre la relación de sobrino y su tía trans.

También estuvieron presentes obras sobre el cuerpo “Cosas de Gordes”, la obra del grupo colonia Gorda; dramaturgias de fuerte impacto visual como “Un Punto Azul Pálido en la Oscuridad”, una obra de ciencia ficción con una propuesta visual increíble.

MAP, teatro para las infancias de Marina Abulafia acompañó con “Te llevo en el alma” el fútbol y la diversidad. También se presentaron “Chocolate Amargo” de Hugo Kogan que habla del abuso infantil; las obras de animales en peligro y la diversidad con el querido elenco teatral Desafiarte; el grupo Marionetas en Libertad de Capilla del Monte; el clásico musical el “Viento en los Sauces”.

Laura Gutman fue una referente sobresaliente en las charlas de “Mateando” en representación del Mica; quien compartió experiencias e intercambios de hacedores teatrales. Tampoco faltaron los talleres como el de payasería desde Brasil; de “La educación por el arte” Adelaida Mangani y Coqui Dutto con su capacitación para artistas y docentes interesados en primera infancia en una piscina recorriendo y compartiendo su experiencia de “Susurros en el agua”.

Elencos internacionales

Hubo gran presencia de los elencos internacionales con obras teatrales de Italia con “La Salvazione” “Cocina en puntas de pies”. Uruguay y su musical “Te invito Agua Clara”; desde Brasil “Cuentos de Arena”“Gira” “Un Par” con la compañía de teatro Al Vacío de México.

En el cierre se presentó la obra “Doodle Pop” de República de Corea del Sur. Un estreno conmovedor para todo público con fuerte despliegue sonoro y multimedia.  Cinco jovencitos jugaron durante 60 minutos, pintaron, crearon personajes como una pequeña tortuga.

El Festival consolidó su curaduría basada en la Itinerancia con fuerte presencia y en 10 ciudades del interior como Oncativo, Río Ceballos, Laguna Larga, Río Cuarto, Capilla del Monte, Estación Gral. Paz, Deán Funes, Santa Rosa de Calamuchita, Despeñaderos y Brinkmann donde el público acompañó a todos los elencos.