Este jueves a la noche se realizó la primera de las Despedidas de Egresados en Villa Carlos Paz y, tras los controles de alcoholemia que se realizaron, varios jóvenes quedaron sin la posibilidad de ingresar a la disco debido a que presentaban altos niveles de alcohol en sangre.

En esta oportunidad, se realizó en Zebra y los agasajados fueron los alumnos de sexto año del IESS. Por tal motivo, tal como lo habían anticipado en reuniones previas realizadas en los establecimientos educativos, la Casa de la Juventud junto a Seguridad Urbana y la Policía, realizó controles aleatorios en el ingreso al boliche, ya que aquellos jóvenes que estaban alcoholizados no podía entrar al establecimiento.

El operativo se montó a las 22 horas y permaneció hasta la madrugada. En ese lapso, de a poco fueron pasando cada uno de los grupos que iban llegando, no sólo los anfitriones, sino también de los otros colegios que se sumaron al agasajo.

Si bien la gran mayoría de los adolescentes pudieron ingresar, fueron varios los que -por estar alcoholizados- no sólo quedaron afuera, sino que tuvieron que ser buscados por sus padres o tutores.

¿Cómo se realizó el control?

De manera aleatoria, los voluntarios de la Casa de la Juventud iban eligiendo de la fila de ingreso a aquellos chicos y chicas que aparentaban haber consumido alcohol. Además, también ante la llegada de los grupos, seleccionaban a una o dos personas para realizarles el test, para de esta manera valorar también si la ingesta de bebidas alcohólicas era general o aislada.

Aquellos cuyo valor registrado daba inferior a 1g/l, los acompañaban hasta la carpa de hidratación para que bebieran agua y, luego de unos minutos, volvían a realizarle el control. Si el valor descendía, quedaban habilitados para ingresar a la fiesta.

Si embargo, aquellos casos en los que superaban 1g/l de alcohol en sangre, directamente los llevaban a la carpa de contención y, una vez allí, llamaban a los adultos responsables para que los vayan a buscar, en caso de ser menores de 18 años. Los alcoholizados mayores de edad, si presentaban buen estado estado general, podía retirarse por sus propios medios.

Casos graves

Si bien fueron muy pocos los que presentaban altos niveles de alcohol, la preocupación fue grande. A uno de los jóvenes, tuvieron que irlo a buscar a la plaza Casado (contigua a la disco), ya que se encontraba tendido en el piso inconsciente y tan siquiera pudo llegar a la puerta del boliche.

La misma situación se dio con otros chicos y chicas que no llegaron a la inconsciencia; pero llegaron sostenidos por sus amigos a la carpa de asistencia para que les brinden ayuda, ya que no podían sostenerse en pie.

Contención y colaboración de la disco

Desde la Casa de la Juventud, coordinada por Marcelo Solís, contaron con la colaboración de un gran número de voluntarios que a lo largo de toda la noche fueron asistiendo a los jóvenes alcoholizados. De manera organizada, les fueron acercando agua y, fundamentalmente, brindando contención hasta la llegada de los familiares.

Además, se notó mucha predisposición de los encargados de la disco, en el control de ingreso y en la articulación del operativo junto a las entidades oficiales.

Reacción de los padres

La gran mayoría de los padres acudió apenas los voluntarios se comunicaban para que asistan a buscar a los adolescentes.

Sin embargo, llamó la atención la reacción de un padre cuyo hijo estaba alcoholizado; y, al llegar, en vez de retirar al menor se mostró enojado y comenzó a reclamar y exigir que dejen entrar a su hijo a la fiesta.

Cabe recordar que, en adelante, durante los próximos tres jueves se desarrollarán el resto de las Despedidas de Egresados en diferentes discos de la ciudad, y serán con la mismo operativo de control.