La Justicia de Villa María dictó sentencia en el caso del homicidio de Eduardo Ferreyra, un hecho que conmocionó al barrio Felipe Botta en octubre de 2024. El adolescente que mató al hombre, cumplirá condena de 6 meses.
La jueza María Soledad Dottori, titular del Juzgado de Control local, declaró a Lucas Ezequiel Unzeta como autor responsable del delito de homicidio simple. Debido a que el acusado era menor de edad al momento de cometer el crimen, el fallo se enmarcó dentro del régimen penal juvenil, estableciendo una medida de privación de la libertad de seis meses en el Complejo Esperanza, ubicado en la ciudad de Córdoba.
El trágico suceso ocurrió el 6 de octubre de 2024, a plena luz del día, cuando Ferreyra perdió la vida tras recibir una puñalada por la espalda.
Desde el inicio de la investigación, el proceso estuvo atravesado por dos versiones profundamente enfrentadas. Mientras que los familiares de la víctima denunciaron que se trató de un asesinato a sangre fría y sin piedad, la defensa de Unzeta sostuvo que el joven actuó bajo un contexto de legítima defensa, reaccionando ante supuestos episodios de violencia previa por parte de su cuñado.
La resolución judicial contempla un año de observación y tratamiento sociocomportamental bajo estricto control judicial.
El cumplimiento de esta sentencia se dividirá en dos etapas claramente diferenciadas. La primera fase comenzó este mismo miércoles con el traslado de Unzeta al centro socioeducativo Complejo Esperanza, donde permanecerá internado durante seis meses participando de programas de contención y seguimiento orientados a su reinserción social. Una vez cumplido ese plazo, el adolescente continuará bajo supervisión judicial por otros seis meses, aunque ya en libertad ambulatoria.
A pesar del veredicto, el fallo no ha logrado cerrar la grieta emocional entre las partes.
La familia de Ferreyra mantiene su reclamo de Justicia considerando insuficiente la medida, mientras que el entorno del condenado insiste en los atenuantes del contexto familiar.




