Cuatro mujeres domiciliadas en Córdoba capital, fueron atrapadas el pasado miércoles en la localidad de La Falda, luego de protagonizar una serie de hechos delictivos que se enmarcar en una nueva modalidad denominada “compras offline” y que tiene a las tarjetas de crédito como principal soporte para cometer el ilícito.
Según informó La Estafeta Online, fueron descubiertas a partir de supuesta compra que quisieron realizar en una bicicletería; pero, afortunadamente, la propietaria del comercio advirtió la maniobra y pudo dar aviso a la Policía, ya que tiempo atrás sufrió un episodio de similares características.
Este medio precisó que la damnificada, al darse cuenta de la estafa, entretuvo a las mujeres y les tomó una foto que rápidamente publicó en un grupo de seguridad de Whatsapp. Ante esta situación, los agentes montaron un operativo cerrojo y, al encontrarlas, secuestraron ocho latas de pintura y retuvieron un Peugeot 207, vehículo en el que se desplazaban.
Siguiendo con la investigación, pudieron conocer que, en la bicicletería, habían intentado adquirir un casco, dos remeras y una bicicleta Venzo Skyline rodado 29; pero la pintura había sido obtenida producto de otra estafa cometida en Valle Hermoso.
Cabe destacar que las mujeres fueron imputadas; pero finalmente no perdieron la libertad porque el delito no comprende la detención. Investiga la Fiscalía de Cosquín a cargo de Paula Kelm.
¿Cómo es la estafa con compra offline?
Los delincuentes simulan ser clientes; pero al momento de ordenar la compra, eligen las tarjetas de crédito como método de pago. Allí es donde comienza la acción delictiva porque, sabiendo que los plásticos no tienen fondos para realizar las operaciones, insisten con que puede tratarse de un error y hacen que el comerciante intente varias veces pasar la tarjeta.
Agotada esas posibilidades, es allí que le proponen realizar la compra offline, que implica cambiar la configuración del posnet y dejarlo fuera de línea; con la excusa de que, posteriormente, el comercio puede pedir un código de transacción a la entidad emisora de la tarjeta y, de esta manera, asegurarse el cobro horas más tardes.
Pero lo cierto es que, muchas veces, por desconocimiento del vendedor ese código no es solicitado y, al estar el equipo fuera de línea, el comprobante que emite sólo cuenta como un papel impreso pero sin ningún tipo de validez.
