Las modas van y vienen y otras se quedan. Y la del Último Primer Día parece haber llegado para quedarse. ¿De qué se trata? Los chicos que ingresan al último año de estudios en los colegios secundarios deciden juntarse la noche anterior en casas o algún local para “celebrar” que la jornada siguiente será su último primer día de clases en ese nivel de educativo.

La celebración incluye el consumo de bebidas alcohólicas y una fiesta y el desafío es que cuando amanece, se ponen el uniforme e intentan ingresar a sus colegios respectivos.

Desde los distintos establecimientos educativos de ese nivel en Carlos Paz se comenzó a trabajar con este tema desde hace algunos años, cuando se detectó lo que estaba sucediendo.

En concreto, lo que se hace desde los colegios es constatar el estado de los chicos al ingresar a la mañana a su primer día de clases. Y si detectan alguna cuestión irregular en algún alumno, se llama a los padres para que lo retiren y lo lleven a casa.

Una docente de un secundario contó que el año pasado, un alumno pasó el test de ingreso pero no estaba en condiciones para quedarse en clase. A media mañana se perdió y lo comenzaron a buscar por todo el colegio hasta que un buen rato después lo encontraron durmiendo en un cuartito apartado.

Los operativos del municipio

Darío Zeino, secretario de Gobierno del municipio, expresó: “Lamentablemente es una fiesta entre comillas que se ha vuelto una moda a nivel nacional en la que los chicos se reúnen a esperar el primer último día de clases”.

Y acotó: “Lamentablemente, vemos con profunda preocupación por hechos sucedidos años atrás, estas reuniones se hacen en domicilios privados sin el resguardo de adultos mayores con el consumo de alcohol y otras sustancias. Esto es algo que nos preocupa y nos alerta por la salud y la seguridad de los jóvenes que al otro día concurren a la escuela”.

En función de esto venimos trabajando con instituciones educativas, con docentes, directores, para tratar de evitar este tipo de fiestas y de realizarse, que sean con la mayor seguridad posible y el menor riesgo para los alumnos.

Por otro lado, Zeino aseveró que se montarán operativos en distintos lugares de la ciudad. “Montamos distintos operativos en lugares donde posiblemente se dan estas fiestas. Son domicilios particulares o casas que se alquilan para este fin. Vamos a trabajar con las denuncias de ruidos molestos y los controles de alcoholemia, con remolques de automóviles y vamos a generar seguridad y seguimiento de los chicos hasta la puerta de la escuela”.

Y apuntó que se multará a los propietarios de las viviendas donde se detecten que se realicen estas fiestas. “Los adultos tienen responsabilidad penal en estos casos”, dijo y agregó: “Tenemos que llamar a la reflexión a los padres y que cada actor asuma su responsabilidad”.