En el cálido espacio de Punilla 30, cuando confluye con calle J B Justo, se realizó el cierre anual del taller de arte de María Cristina Igarzábal con una muestra cargada de emoción, color y memoria local.
El atelier reunió a alumnas, familiares y vecinos para compartir los trabajos del ciclo 2025.
En una de las paredes, Igarzábal montó una muestra de fotografías antiguas de Carlos Paz, material que utiliza como disparador creativo y emotivo para sus alumnas. Entre ellas se destaca Pocha Pescetti, quien se prepara para viajar a Granada, España, donde presentará una obra realizada en el taller, y que fue exhibida en la muestra anual.
Entre pinceles, anécdotas y brindis
El clima del cierre fue festivo: obras en exposición, bandejas con comida, mates circulando y el clásico intercambio humorístico entre la profe y sus alumnas.
En el centro de la muestra, brillaba el famoso cuadro de Pocha, la obra que viajará con ella a Europa, contó Igarzábal mientras recorría la muestra. Según explicó, la obra nació cuando Pocha regresó de Granada con una bolsa del mercado Covirán, que luego transformó en un cuadro de estilo naïf.
Fascinados por la historia, desde el Ayuntamiento de Granada quedaron sorprendidos con la iniciativa, lo que abrió la puerta a la exhibición internacional.
María Cristina contó que su taller trabaja con tema libre, paletas variadas y técnicas múltiples. “Acá se usan todos los colores, todas las herramientas; cada una pinta lo que quiere”, explicó mientras mostraba los distintos trabajos.
Antes de cerrar la jornada, Igarzábal agradeció a sus alumnas y celebró el valor de sostener un espacio creativo en un año complejo.