A pocos días para el comienzo de agosto, y con el mes la posibilidad del regreso a clases en distintos puntos del país, desde el Ministerio de Educación de la Provincia emitieron un comunicado en el que hicieron referencia a cómo será en Córdoba.

La cartera dispuso que, en los primeros dos días de actividad tras el receso invernal las instituciones escolares deberán llevar adelante encuentros virtuales entre cada supervisor con los directores de su zona y, luego, entre los directivos y sus equipos docentes.

Desde la cartera, señalaron que los docentes deberán “revisar lo hecho, escuchar las experiencias de los y las demás para aprender colectivamente y diseñar de manera conjunta el tiempo que sigue”.

Y, a propósito de cómo seguirán las clases y si vuelve la presencialidad a las aulas, anticiparon que “no se vislumbra en el corto plazo la posibilidad de un regreso concreto a las aulas. La decisión del regreso a clases presenciales corresponde al ámbito de la salud pública y no de la política educativa”.

De esta forma, aseveraron que la actividad escolar en la provincia de Córdoba “continuará de manera remota hasta tanto las condiciones epidemiológicas permitan al Centro de Operaciones de Emergencias autorizar la actividad educativa presencial, con la implementación de protocolos que contemplen el distanciamiento social, el regreso escalonado de estudiantes y docentes, la higiene de manos, la desinfección de los espacios, entre otros aspectos”.

Por otro lado, señalaron que teniendo en cuenta “las complejas condiciones en las que se ha debido enseñar”, se plantea a las escuelas la reformulación de la propuesta pedagógica-didáctica institucional, a partir del diálogo y los consensos colectivos, retomando la síntesis de la evaluación formativa para identificar los aprendizajes logrados y aquellos pendientes para seguir trabajando.

En este sentido, instan a “establecer prioridades, definiendo qué contenidos son irrenunciables para garantizar aprendizajes significativos que se conecten con la realidad de los estudiantes y sus familias”.

Esto implica recuperar lo aprendido sobre cómo proponer agendas semanales con actividades que favorezcan los aprendizajes de manera crítica y creativa, con consignas claras para estudiantes y familias, y generar prácticas de enseñanza relevantes que aborden problemas reales y complejos con articulación entre los distintos espacios curriculares.

Además, el documento emitido por Educación expresa que dado que “se han hecho visibles las situaciones diversas en las que se encuentran los estudiantes y cómo este contexto de aislamiento ha profundizado las desigualdades”, se hace necesario “personalizar el seguimiento de cada alumno y alumna y revisar las estrategias para que puedan responder a cada escenario y situación particular”.

Finalmente, se señala que “la anticipación y la comunicación entre las instituciones educativas y las familias son estrategias centrales de la preparación para el regreso a las aulas”, por lo que se deben “construir puentes entre las experiencias de enseñanza y de aprendizaje vividas a la distancia y el momento en que sea posible el reencuentro presencial”.