Chile amaneció este miércoles con un paro general después de la cuarta noche consecutiva de toque de queda en la capital. En Santiago continuaron los disturbios y la represión, al tiempo que se multiplicaron las denuncias por los abusos de los militares.

El presidente Sebastián Piñera anunció a última hora de este martes una serie de medidas orientadas a calmar las aguas, entre ellas el aumento del 20 por ciento de las jubilaciones, pero los manifestantes se mantienen en las calles.

La Central Única de Trabajadores (CUT) confirmó en la mañana de este miércoles la huelga, que se extenderá hasta mañana.

Se trata de una medida convocada por más de 20 organizaciones sociales que le exigen al gobierno la salida de los militares de las calles para deponer la convocatoria.

Además, llamaron a una marcha, con el objetivo de decir “no al Estado de Emergencia, para recuperar la paz, profundizar la democracia y para que se atiendan las demandas justas que el pueblo está solicitando”; según dijo el secretario general de la CUT, Nolberto Díaz.