Tres importantes jugadores para sus franquicias, como es el caso de Damian Lillard (Milwaukee), Jayson Tatum (Boston) y recientemente en el último partido de las finales el joven Tyrese Haliburton (Indiana), sufrieron la rotura del tendón de aquiles en la misma temporada de playoffs, lo que hizo encender las alarmas en la liga estadounidense.

Un detalle fuera de análisis, como que cada uno de los jugadores nombrados usan el dorsal “0”, logró que el foco se centre en esta grave lesión que desde hace años (la más recordada es la del fallecido Kobe Bryant quien, ya lesionado, entró a lanzar sus tiros libres) azota a varios atletas de elite.

La pregunta es si es casualidad o realmente la seguidilla de partidos en una temporada (más de 100 partidos en algunos casos) producen el desgaste total de un tendón tan importante para los basquetbolistas que luego, al romperse, los dejan fuera de las canchas por varios meses hasta su recuperación.