El caso de abuso sexual y denuncia falsa en Temperley, que involucró al obstetra Pablo Ghisoni y a su familia, aporta más datos significativos tras la difusión de hechos que revelan la forma en que Andrea Vázquez, madre de Tomás Ghisoni, manipuló a su hijo para sostener acusaciones que posteriormente confesó haber inventado.
La mujer, que en su momento desplegó un discurso apasionado y contundente, utilizó diversas estrategias para construir un relato de abuso que afectó profundamente a su ex pareja y a sus hijos.
La postura pública de Andrea Vázquez y su discurso en 2018
En una entrevista de 2018, Andrea Vázquez se expresó con firmeza respecto a las acusaciones contra Pablo Ghisoni. Desde la calle, acompañada por otras personas y sosteniendo un cartel exigiendo justicia, afirmó: “Hay lesiones irrefutables que acreditan con un nivel de certeza absoluta los presuntos abusos”. Además, aseguró: “No tengo nada que ocultar, que explique él”, reforzando la idea de que existían pruebas concluyentes contra su expareja.
Con un tono vehemente, Andrea declaró que los niños tienen derecho a vivir libres de abuso y tortura y que, en su opinión, el Estado debía proteger a los menores: “El incesto no se consiente. No le podés preguntar a ese chico si quiere o no quiere, es lo mismo que dejar que se tire por el balcón porque él quiere”. Estas afirmaciones fortalecieron su narrativa pública, generando un fuerte respaldo social en torno a su reclamo.
La construcción del relato y la manipulación de los hijos
El conflicto familiar se inició en 2009 tras la separación, en medio de una disputa judicial que duró años. Mientras en 2012 le retiraron la custodia a Andrea y se la otorgaron a Pablo, en 2014 dos de los menores, incluyendo a la víctima de las acusaciones, regresaron a vivir con su madre tras denuncias de abuso. Andrea Vázquez realizó un total de 40 denuncias contra su ex pareja, incluyendo la acusación de abuso sexual, lo que refleja la extensión de su postura vehemente en ese momento.
Lo que ahora emerge con mayor claridad es el papel que jugó Andrea Vázquez en la manipulación emocional y la construcción del relato de acusaciones falsas.
La confesión de Tomás Ghisoni, quien admitió que inventó toda la acusación bajo manipulación y presión, revela cómo la madre le enseñó qué decir y qué no decir, en un contexto en el que el niño, en su inocencia, terminó creyendo en una historia que no era real.
La confesión y destrucción del inocente
Tras el proceso judicial, que culminó con la absolución de Pablo Ghisoni en agosto de 2023, Tomás Ghisoni expresó en un video su profundo arrepentimiento por haber sostenido esa acusación durante más de diez años. Reconoció que fue la figura adulta en su vida, su madre, quien le impuso esa historia, manipulando su confianza y su inocencia. “Me enseñaron qué decir, qué no decir, qué dibujar… y eso destruyó a un hombre inocente”, señaló.
La revelación de la manipulación de Andrea Vázquez y la confesión de Tomás no solo generan una profunda reflexión sobre la justicia y las responsabilidades en los conflictos familiares, sino que también ponen en evidencia la importancia de proteger a los menores de posibles manipulaciones emocionales en estos contextos.