Casi es imperceptible la diferencia entre lo que se vivía la temporada pasada, cuando el coronavirus era una noticia de China, y lo que se vivió el fin de semana que pasó en la peatonal de Villa Carlos Paz, el punto de encuentro de miles de turistas todos los veranos.

Fue muy común ver a familias enteras que caminaron sin barbijos, mesas muy juntas en algunos bares del microcentro y largas colas sin distanciamiento social para ingresar a algún teatro o comprar en un local de comidas rápidas.

El domingo a la noche, en un comercio de comidas rápidas sobre calle Alem, una empleada de otro local de empanadas (con inscripciones de la franquicia en su remera) acudió a llevarse su porción. No llevaba puesto el barbijo. En el lugar no había ningún empleado que “acomodara” la fila para que no se produjera el “amontonamiento” de personas en la caja y todo siguió así durante un largo rato, sin que nadie controle.

El recorrido que hizo Carlos Paz Vivo! fue de una hora, aproximadamente, y allí se pudo ver cómo se siguen ofreciendo espectáculos callejeros en los que la gente forma una ronda para presenciarlos y allí tampoco se observó distanciamiento.

Las reglas y disposicones de los protocolos son claras y se hicieron cumplir a rajatabla cuando, por ejemplo, se lanzaron las multas para quienes no utilicen barbijo en la vía pública. En Carlos Paz se hicieron multas y hasta hubo gente detenida por violar la cuarentena. Ahora, luego de las flexibilizaciones, parece que todo se hubiera relajado al punto de que hay bares que trabajan de noche como tales y pasada la 1 de la madrugada convierten sus salones en pistas de baile.

El fin de semana que pasó no se observó a ningún agente de la Policía ni de Seguridad Urbana del municipio que al menos le indicara a la gente que estaba cometiendo algún tipo de infracción a los protocolos por no usar barbijo o no guardar distancia con otras personas que no fueran de su grupo familiar.

La curva se aplanó, es cierto, pero en los países vecinos el Covid-19 resurge y ya se habla de segunda ola.

Desde el COE Punilla, Sonia Nieva, su coordinadora, aseguró que la pandemia no se terminó. “El hecho de que tengamos vacuna y que estemos iniciando la campaña de vacunación no quiere decir de que es momento de relajarse. El virus no desapareció y por el contrario sigue entre nosotros”, dijo y agregó: “No está bien que no haya distanciamiento, que no usemos barbijos y estas son cosas que tenemos que mantener. Tenemos que aprender a vivir con esta nueva normalidad”.

“Hay que revertir el concepto de que el coronavirus se acabó. El coronavirus no se acabó”, dijo Nieva.

Esta semana aparecieron carteles en el centro de la ciudad con el logo del municipio. Allí se señalan cuáles son las medidas de bioseguridad que hay que mantener en la peatonal y en todos los puntos de la villa.