Con fuertes controles disuasivos en distintos puntos de la ciudad, comercios esenciales abiertos, algunos locales gastronómicos que atendieron con versiones delivery y take away, la ciudad vivió su primer día de las restricciones decretadas por el Gobierno nacional por la segunda ola de coronavirus.
Hubo imágenes que llamaron la atención como la de la costanera prácticamente vacía en horas de la tarde. Es que una de las actividades que se permiten es el deporte individual al aire libre pero fueron pocos los que se animaron a salir.
Durante toda la tarde, los autos de Seguridad Urbana estuvieron patrullando el sector pero no se comunicaron mayores problemas.
La veda para la circulación desde las 18 horas se notó en todos los sectores de la ciudad pero particularmente en centro que quedó desierto cuando se apagaba la luz del sol.
