La emblemática Plaza San Martín, coronada por el tradicional árbol navideño, fue el punto de encuentro para una jornada que combinó reconocimientos comerciales, fe y música coral, uniendo a toda la comunidad capillense en el inicio de las festividades.

En un clima de profunda alegría y participación ciudadana, se llevó a cabo el evento “Navidad bajo las estrellas”. La celebración, que tuvo como epicentro la Plaza San Martín, logró convocar a familias enteras que se acercaron para compartir una velada que ya se perfila como una de las más recordadas del año.

Reconocimiento a la creatividad local

La velada comenzó con la esperada premiación del Concurso de Vidrieras, una iniciativa que buscó incentivar el espíritu navideño en el sector comercial. Tras una difícil deliberación debido al alto nivel de las propuestas, el comercio Milca Boutique se alzó con el primer puesto, siendo distinguido por la estética, el detalle y la originalidad de su puesta en escena.

El momento más esperado: la llegada de Papá Noel

Uno de los puntos más altos de la noche se vivió con la llegada de Papá Noel. A bordo de una autobomba de los Bomberos Voluntarios, el icónico personaje recorrió primero las calles céntricas de la localidad, recibiendo el saludo y el afecto de vecinos y turistas.

Al llegar al escenario principal, la emoción de los más pequeños fue total: largas filas de niños se formaron para entregar sus cartas, posar para la tradicional fotografía y vivir un instante de magia que quedó registrado en cientos de cámaras.

Cultura, tradición y fe

El sentido religioso de la fecha estuvo presente a través de los niños y adolescentes de la Parroquia San Antonio de Padua. Con una cuidada puesta en escena, representaron el Pesebre Viviente, una actuación que fue ovacionada por el público presente, destacando el compromiso y la dedicación de los jóvenes locales.

Para coronar la noche, la música envolvió la plaza con la presentación de los Coros Polifónicos de Capilla del Monte y Los Cocos. El repertorio, integrado por clásicos villancicos, brindó el marco perfecto de solemnidad y tradición para cerrar una fiesta que, por sobre todo, reflejó la unión y la identidad de la comunidad capillense.