Foto: LNB

La mayor competencia de clubes del básquet nacional llega a nuestra ciudad con un protocolo sanitario estrícto, copia -casi- exacta a lo que sucede hoy en la NBA.

Salvando las distancias geográficas y, principalmente, económicas, la Liga Nacional de Básquet regresó a los entrenamientos (la mayoría de los clubes ya empezaron las prácticas pero no todos con plantel completo) y ya armó su protocolo, sanitariamente similar al aplicado en la “burbuja” de Disney.

Claramente, ni Villa Carlos Paz ni Córdoba cuentan con un complejo único donde albergar a a 20 equipos pero tiene la estructura hotelera, vial y deportiva para sostener los más de cuarenta días que tendrá la competencia en ambas sedes (Arena Villa Carlos Paz y Estadio Ángel Sandrín).

Sin embargo, el cuidado para la excelencia de esta prueba piloto en el país, ya está desarollado sobre un paper de casi 20 páginas donde se detalla el protocolo de bioseguridad que tendrá el torneo. Diego Grippo, médico titular del Comité de Crisis que crearon en marzo la CABB y la AdC, contó de que se trata.

Cada persona que ingrese a la burbuja pasará por dos hisopados en la semana previa al viaje y un tercer test antes del comienzo de los partidos. No se descarta una cuarta prueba si hay sospechas. Una vez dentro, los planteles no tendrán contacto con nadie salvo ellos mismos dentro del hotel que tendrá un sector apartado para el personal trabajador y otro para el resto (prensa, dirigentes, etc). El alimento y los utensillos que reciban, por ejemplo, deberán llegar al protagonista dentro de un envase individual sellado y previamente desinfectado.

No se cruzarán entre los equipos en las prácticas (Pesca y Bolívar serán los estadios de entrenamiento) y cada jugador deberá llevarse su kit de higiene, además del respeto a las zonas delimitadas para cada actor de la “burbuja”.

Todo esto agregado al habitual y constante uso de tapaboca, lavado de manos, distanciamiento social e higiene y ventilación constante de los espacios de uso común para los integrantes de los planteles.

“Será un esfuerzo de logística y todo deberá funcionar como un relojito, cada engranaje cumpliendo su función con precisión”, advirtió Grippo.

Fuente: CABB