Cuenta con dos chulengos en el patio e incluye la atención de una camarera. También se encargan de comprar la carne y las verduras, pero las venden al costo

Lo indispensable de este noble encuentro social y gastronómico es el espacio al aire libre donde tener una parrilla. Para quienes no cuentan con ese privilegio, una cervecería de Palermo icreó una solución: alquilan su patio con parrilla, carbón, utensilios y se encargan de comprar la carne y los vegetales para las ensaladas, si es necesario.

Se trata de BierHof, una cervecería en el barrio de Palermo, que gracias a que un día olvidaron una parrilla estilo chulengo en el patio los clientes comenzaron a preguntar si la misma se podía alquilar para eventos. Este hecho cambió varias ideas y finalmente decidieron probar suerte con dos chulengos.

A los visitantes les encantó la idea y ahora los patios de BierHof son sede de diversos festejos donde el asado y la cerveza son los principales invitados. Ya comenzó la temporada alta de eventos, por lo que recomiendan reservar con un mínimo de 10 días o dos semanas si se solicita una fecha del fin de semana. De lunes a jueves, hay más disponibilidad.

Se trata de un espacio muy amplio, de doscientos cuarenta metros cuadrados y un patio. En el menú no figuraba asado ni mucho menos. Pero hace un año, en un día de primavera, Fidel Pérez Ochoa, dueño del emprendimiento, decidió agasajar al staff llevando un chulengo. Luego del asado, el chulengo quedó en el patio del local por unos días.

Muchos de los clientes, sobre todo los oriundos de la zona donde hay muchos edificios y pocas parrillas, les sedujo la idea de poder usar ese bello patio con la parrilla para las juntadas con amigos o familiares: preguntaban si se alquilaba el chulengo. Tanto que a Fidel se le prendió la lamparita: “Esto puede ser una necesidad, sobre todo de la gente que vive en Capital y no tiene parrilla”, analizó.

Por un momento imaginó transformar a la cervecería en una versión con grill incluido, pero después, con los pies más en la tierra, decidió probar esta versión híbrida de cervecería con parrillas de alquiler.

Pero la cosa no queda ahí. El servicio que ofrecen es mucho más que un lugar para una celebración. El alquiler de la parrilla incluye el carbón (con acelerador de encendido), la mesa con mantel y las sillas correspondientes, con platos y cubiertos, provoletera, bols para ensaladas, utensilios para el asado y panera.

Incluso, para los que no quieran hacer las compras, la cervecería lo soluciona sin costo adicional. “Pedimos la carne que los clientes quieran a nuestros proveedor y les entregamos el ticket. No cobramos nada extra por ese servicio”, detalla Fidel. Lo mismo cuenta para las ensaladas.

Hay dos parrillas para alquilar: la grande cuesta $ 22.000 y el espacio es para 15 personas, mientras que la otra cuesta $ 16.500 y la capacidad es para 8. “Esa cantidad de personas entran cómodas, sentadas. Pero si quieren asistir más y estar paradas, también se puede”, comenta Fidel. Si se quiere alquilar las dos parrillas juntas, el costo es de $ 33.000.

Ambos servicios cuentan con la atención de una camarera, no exclusiva. La bebida no está incluida, se pide de acuerdo al menú, pudiendo elegir entre cervezas tiradas, vinos y cócteles, abonando el precio que figure en carta.

No se cancela por lluvia, ya que los patios cuentan con techos corredizos.

 

Fuente y foto: Clarín